La policía cree que el varapalo «dificultará» la campaña de verano
Los servicios de Información de la policía nacional están convencidos de que la primera consecuencia del golpe asestado ayer por las fuerzas de Seguridad francesas y españolas a los taldes de reserva de ETA será la de «dificultar», que no impedir, que la banda terrorista lleve a cabo este año su temida campaña de verano contra intereses turísticos. Según los analistas del Ministerio del Interior, la infraestructura desmantelada ayer en Limoges, Angers y Le Mans había sido hasta ahora la encargada del «avituallamiento» de los pequeños comandos itinerantes que durante los últimos años la banda terrorista ha enviado sobre todo al litoral mediterráneo para cometer atentados con los que reforzar su estrategia de atacar el turismo, una de las principales fuentes de divisas del país. Pese a la conmoción del 11-M, las fuerzas de Seguridad están convencidas de que ETA «intentará no fallar a su cita estival», una macabra tradición que se mantiene casi sin interrupción desde que en 1979 la banda armada comenzara con sus atentados contra hoteles, aeropuertos, trenes, playas y monumentos con once bombas en Torremolinos, Benidorm, Castellón y Girona. Desde entonces, han sido más de 150 atentados contra intereses turísticos los cometidos por la banda terrorista, amén de las cartas con amenazas remitidas a embajadas extranjeras y las misivas a empresas turísticas con advertencias de los riesgos de las vacaciones en España.