«Gitanillo», el único menor detenido por la masacre, clave en las pesquisas

Tres meses después del 11-M comienzan a aflorar las primeras verdades sobre la trama asturiana que facilitó a los terroristas islámicos los más de 200 kilos de goma dos utilizados en el 11-M. Según fuentes del caso, la investigación judicial -lastrada por las continuas «mentiras, lagunas y contradicciones» del ex minero José Emilio Suárez Trashorras- comienza a avanzar a buen ritmo gracias a la esclarecedora declaración del único menor detenido, Gitanillo , que ha desvelado la implicación de varios de los sospechosos y que ha apuntado la posibilidad de que Suárez estuviera al tanto de los planes de los marroquíes. Suárez Trashorras entró a declarar ayer por tercera vez con la amenaza de poder ser acusado, no sólo de pertenencia a banda armada, sino de los 192 asesinatos del 11-M. El ex minero fue asaeteado con decenas de preguntas por el magistrado y por la fiscal del caso, Olga Sánchez, para intentar derrumbar la inestable y contradictoria versión de los hechos mantenida: que él nunca supo que los marroquíes querían el explosivo para atentar, que se limitó a señalar la mina en la que se podía robar la goma dos y que el explosivo fue llevado a Madrid por los propios terroristas. Según Gitanillo , el propio Suárez organizó otras remesas menores de goma dos a Madrid a principios de enero. Para ello, utilizó a varios jóvenes que llevaron al menos cuatro bolsas de entre 15 y 20 kilos de goma dos en viajes en Alsa entre el Principado y Madrid. Gitanillo aseguró que él mismo fue uno de esos «correos» o «mulas» y dio nombres de otros dos de los transportistas. Uno de estos supuestos «correos», Sergio Álvarez, Amocachi , fue detenido en la localidad asturiana de Salinas y será interrogado hoy por Del Olmo. El Gitanillo explicó que acompañó a Suárez durante la visita a Avilés el 28 y el 29 de febrero de Jamal Ahmidam El Chino , Mohamed Oulad y Abdennabi Kounjaa y que vio cómo el ex minero escoltó al El Chino en la primera de las tres sustracciones «masivas» de explosivos en la mina Conchita. Además, el menor sostiene que el ex minero sabía que los marroquíes tenían intención de usar la goma dos para un atentado y que les recordó que cogieran de la mina clavos y puntillas para usarlas como metralla.