Diario de León

El Tratado da cabida a dos concepciones enfrentadas a la hora de concebir Europa

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Europa Press | bruselas

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La nueva Constitución aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco da cabida a dos concepciones enfrentadas a la hora de concebir la Unión Europea y su futuro, ya que este alambicado texto satisface la posición «integracionista» y comunitaria de Francia y Alemania frente a la intergubernamental de Reino Unido. Mientras el presidente francés, Jacques Chirac, celebró que la UE pueda con este texto ir más lejos en la integración sin Reino Unido, el primer ministro británico, Tony Blair, se felicitó que la Carta Magna mantenga la unanimidad para «áreas sensibles» de su país. El mandatario francés calificó el acuerdo sobre la Constitución europea de «importante» e «histórico» para Europa, aunque hizo hincapié en la importancia de que la Carta Magna permita a los países que así lo deseen ir más deprisa y más lejos en la integración sin Reino Unido. Sobre su opinión respecto a la falta de avances en materia social por la oposición británica, Chirac indicó que «Reino Unido tiene una visión bastante diferente» por razones económicas, «que le llevan a dudar de toda iniciativa que pueda molestar las fuerzas económicas de su país» y que le ha llevado a rechazar también el paso a mayoría cualificada de los temas fiscales y sociales. Chirac advirtió que Europa «no está destinada a hacer andar al mismo paso a todos los pueblos que la componen», pero sí para impulsar «un espíritu común que se recoge en la Constitución». Mientras, Blair hizo hincapié en la importancia de asegurar vetos en «áreas sensibles» para Reino Unido, una vez que la presidencia irlandesa y el resto de socios europeos aceptaron las «líneas rojas» de su negociación. Así, enumeró que «la política económica permanece bajo el control de los Estados, se mantiene el veto en la seguridad social, la política exterior y de defensa». El éxito de esta negociación, según Blair, residió en que, a pesar de una «visión diferente» de Europa entre los Estados miembros, la Carta Magna «conformará la Unión en el futuro». Esta concepción de Europa reconoce, a su juicio, que haya acciones que los países deben acometer juntos «en ámbitos como la economía, el medioambiente o asuntos sobre seguridad y terrorismo», pero precisó que la idea de que la Comisión o Bruselas establezcan el nivel de impuestos, por ejemplo, es «absurdo». Schröder, pletórico El canciller alemán, Gerhard Schröder, se mostró radiante al destacar que el acuerdo es una «señal importante que muestra la capacidad de unidad de Europa». Recordando la mención despectiva de Washington con motivo de la guerra de Irak, calificó al continente como un lugar de «paz duradera». «Es la fundación para una Europa que crece cada vez más estrechamente. Esta buena vieja Europa -y lo subrayo tres veces- es un lugar de paz duradera. La Europa ampliada se ha hecho más unida y políticamente más gobernable» con la Carta Magna, aseguró el líder alemán. Por su parte, el primer ministro irlandés y presidente de turno del Consejo Europeo, Bertie Ahern, señaló por su parte que la nueva Constitución es un «adelanto fundamental» para la Unión Europea, al ser un «hito muy significativo» en la historia de la construcción de la UE.

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