Diario de León

El PP vota en contra y se estrena con la pancarta de «Agua para todos»

El Parlamento convalida la derogación del trasvase del Ebro

Labordeta llama gilipollas a un diputado del PP durante el pleno del Congreso

Diputados del PP exhibieron carteles con el lema «Agua para todos»

Diputados del PP exhibieron carteles con el lema «Agua para todos»

Publicado por
Arantza Prádanos - madrid
León

Creado:

Actualizado:

El trasvase del Ebro, difunto y todo, demostró de nuevo ser el más eficaz detonante para la bronca parlamentaria. El pleno del Congreso convalidó ayer el decreto de su derogación en medio de un cruce de descalificaciones de grueso calibre entre los dos partidos mayoritarios, en el que, sin embargo, fue José Antonio Labordeta quien se alzó con el papel protagonista. El diputado de la Chunta Aragonesista (CHA) acabó llamando gilipollas a su homólogo popular, Carlos Aragonés, antes de verse instado por la Presidencia a retirar «el palabro». Había poco que debatir; los argumentos, manidos y sobados después de decenas de trámites y comparecencias para la aprobación del trasvase durante la pasada legislatura, y las posturas del Gobierno y del PP, irreconciliables. Ni siquiera quedaba la incógnita del resultado de la votación. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, sabía desde que se subió a la tribuna que contaba con la holgada mayoría que luego obtuvo -185 votos a favor de liquidar el trasvase, 141 en contra- y con el respaldo de todos los grupos de la Cámara salvo el PP. Los bancos del PP saludaron con abucheos, pitadas y gritos de «¡mentira, mentira!» las promesas de Narbona de que la alternativa socialista al trasvase, su apuesta por la desalación, la reutilización de aguas residuales y la mejora de la gestión, «aportará más agua -1.063 hectómetros cúbicos al año frente a los 1.050 del trasvase-; más rápido -en uno o dos años frente a los cuatro que requriría como mínimo la conducción-; a menor precio -0,30 euros de media por litro frente a los 0,90 que el Gobierno atribuye al trasvase-; y con menor coste público, una inversión global de 3.798 millones de euros frente a la factura de 4.200 millones del trasvase». Para el primer partido de la oposición, en cambio, la muerte del trasvase es la «factura» que paga el Gobierno de Zapatero al tripartito catalán, cercenará el desarrollo de Valencia, Murcia y Andalucía, beneficiarias de la obra y finiquitará el Protocolo de Kioto con un aumento de las emisiones de CO2 de las 20 desaladoras previstas por el Ejecutivo. En medio del discurso de Narbona, el PP se estrenó como la oposición de pancarta que tanto denigró la pasada legislatura y tapizó sus escaños con carteles de «Agua para todos». Los socialistas respaldaron a la ministra con encendidos aplausos y el presidente del Congreso, Manuel Marín, optó por permitir el desahogo de unos y otros con resignación antes de pedir calma y retirada de pancartas a sus señorías. «Yo no les voy a llamar al orden», dijo Marín. «Más importante que el reglamento o esta Presidencia es el sentido común de la gente que está viendo el debate y que juzgará las actitudes de todos», señaló. Labordeta repitió la historia del año pasado cuando dijo a los populares «¡váyanse ustedes a la mierda!» en un debate sobre el mismo tema. Ayer lo hizo de forma más discreta y luego dio un paso más al frente, incapaz de contenerse ante el diputado del PP Carlos Aragonés, que le burlaba puño en alto. «¡Qué hace con el puño cerrado, el puño cerrado lo llevo yo muy orgulloso, hombre... no me lo cierre usted, gilipollas!», le espetó. «El puño cerrado lo llevo yo muy orgulloso, hombre... no me lo cierre usted, gilipollas!» JOSÉ ANTONIO LABORDETA Diputado del CHA a uno del PP

tracking