Paso atrás en la Guardia Civil

El primer intento de democratizar la Guardia Civil ha resultado ser todo un fracaso. Cuando apenas se han cumplido dos años de la constitución del Consejo Asesor de Personal del instituto armado, veintinueve de los 43 vocales que lo conforman presentaron ayer la dimisión en bloque al considerar que la iniciativa en este tiempo «ha sido una total tomadura de pelo», según indicó un portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), colectivo que agrupa a la totalidad de dimisionarios. Aunque los motivos concretos que se hallan detrás de la dimi-sión serán explicados el lunes por Fernando Carrillo, presi-dente nacional de la AUGC, y Francisco Tébar, coordinador en el consejo de los vocales dimisionarios, ayer trascendió que la asociación considera que ha habido un permanente in-cumplimiento de los acuerdos del propio Consejo Asesor. La dimisión en bloque coincide con la convocatoria, el pasado 28 de junio, de las nuevas elecciones al organismo para renovar a la mitad de los vocales. La AUGC sostiene que estos segundos comicios no difieren de los del 2002 -«con los que ya mostramos nuestra disconformidad pero participamos por una cuestión de responsabilidad»- y que en estos veinticuatro meses no se han adquirido compromisos y no se ha evolucionado en la democratización del cuerpo. Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue la decisión del nuevo director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, de «designar a dedo» a los tres vocales que constituirían el grupo de estudio para modificar la ley disciplinaria del instituto armado. De esta manera, la AUGC, que re-presenta al 67% del Consejo, se quedó fuera del grupo de trabajo que analizará la posible reforma de la normativa disciplinaria por la que se rige actualmente este cuerpo.