Extrema seguridad en las comparecencias

Las comparecencias ante la comisión de investigación comenzaron con fuertes medidas de seguridad para impedir que los declarantes fueran fotografiados o grabados por las cámaras de televisión. Los comparecientes accedieron a la sala de la comisión tras entrar por el garaje y sin que en ningún momento se cruzaran con nadie. Sólo los periodistas y los miembros de la comisión vieron sus rostros y las imágenes que se emitieron para las televisiones pixelaron sus facciones para que no fueran reconocidos. El extremo cuidado en estos detalles chocó con la impre-sión chapucera e improvisada que ofrecieron algunos detalles vistos ayer. El portero que declaró en primer lugar aseguró que no había hablado con ningún político y sin embargo al salir se cruzó con el diputado popular Ignacio Gil Lázaro y le preguntó si era el diputado del PSOE Ángel Martínez Sanjuán «que me llamó por teléfono». Martínez Sanjuán, vicepresidente de la comisión, admitió después que había llamado al testigo hace tiempo pero sólo para advertirle de que sería citado a declarar. El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, considero de «extrema gravedad» lo ocurrido. Mandos de Interior El PP solicitó que durante la declaración de los policías no estuviern presentes los mandos de Interior para que no se sientieran presionados. Fueron necesarias varias consultas para que se accediera a la petición y varios miembros del ministerio abandonaran la sala. Sorprendió también la vehemencia con la que el comisario aseguraba que nadie entró en la furgoneta cuando luego admitió que ni siquiera se encontraba allí. Ante ello, varios grupos pidieron que se llame a decalrar a los responsables de la unidad canina a la que pertenecían el agente y el can que realizaron la inspección y que podrán dar un testimionio más fehaciente.