Diario de León

El PP pone en duda las afirmaciones del conserje que vio a los terroristas y las atribuye a un «estado de shock»

La policía conocía la autoría de Al Qaida antes de lo que dice, según el testigo clave

El hombre asegura que los detonadores se hallaron a las 12.30 y un comisario lo niega

Los miembros de la comisión del 11-M se preparan para el inicio de la rueda de comparecencias

Los miembros de la comisión del 11-M se preparan para el inicio de la rueda de comparecencias

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Gonzalo Bareño - redacción | madrid
León

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Las comparecencias ante la comisión de investigación sobre el 11-M se iniciaron ayer con polémica. Luis Garrudo, portero de un finca de Alcalá de Henares y la única persona que vio a los terroristas antes de cometer su acción, contradijo totalmente la versión que dio en su día el Ministerio de Interior y que ayer reiteró ante la misma comisión el comisario jefe de Policía de Alcalá de Henares, Eduardo Blanco. Garrudo aseguró que la policía encontró los detonadores y una cinta con versículos en árabe en la furgoneta utilizada por los terroristas entre las 12.30 y las 13.00 horas del mismo día 11. El informe policial afirma por el contrario que esos objetos no se hallaron hasta las 15.30. El portero aseguró además que varios agentes le expresaron sus dudas sobre la autoría de ETA y que sobre las siete de la tarde le presentaron fotografías de hombres de aspecto árabe como posibles sospechosos cuando prestó declaración en comisaría. «Apariencia extranjera» Garrudo relató que los tres individuos que vio junto a la furgoneta a las siete de la mañana del día 11 tenían «apariencia de extranjeros» y llevaban pañuelos y capuchas pese a que no hacía frío. Tras la explosión, comentó lo que había visto al presidente de la comunidad, que avisó a la policía. Según su versión, los agentes inspecionaron la furgoneta Citroën Kangoo y forzaron la puerta trasera para que un perro entrenado para detectar explosivos se introdujera en su interior. Aseguró que entre 12.30 y las 13.00 horas terminó ese trabajo y que ya entonces se supo que en el interior había detonadores y una cinta. Pero a preguntas del diputado del PP Vicente Martínez Pujalte no pudo precisar si esa información se la dio un policía o la oyó a otras personas presentes. Esta versión difiere de la que dio poco después el jefe de policía de Alcalá de henares, que aseguró que ningún agente vio los detonadores ni la cinta en ese momento. Afirmó que en el coche sólo entraron los perros, que no detectaron explosivos. Ante ello, él mismo ordenó que se precintara la furgoneta y se trasladara a la Brigada Provincial de Información en Moratalaz. Pero tras una contraorden la furgoneta acabó en la comisaría de Canillas, a donde llegó en torno a las 15.30. Aunque admitió que él no estaba presente en el lugar donde se hallaba la furgoneta, y que dirigía la operación por teléfono, aseguró que ningún agente entró en el vehículo y que no se hallaron ni los detonadores ni la cinta con versos en árabe. «Vías de investigación» La otra gran contradicción afecta a la autoría. Mientras el portero asegura que el mismo día 11 la policía casi descartaba a ETA y le mostraba fotos de árabes, el comisario insistió en que desde el principio se trabajó con la hipótesis de ETA. Justificó esa creencia en los anteriores intentos de ETA de atentar contra un tren y restó importancia al hecho de que, al contrario de lo que ocurría con la furgoneta, ETA siempre dobla las matrículas de los vehículos que sustrae. Según el comisario, a las siete de la tarde le avisaron del hallazgo de los detonadores y la cinta y fue entonces cuando le pidieron que, sin descartar la autoría de ETA, se abriera la posibilidad de que personas de raza árabe cometieran el atentado. Las evidentes contradicciones entre ambos dividieron a los miembros de la comisión. El portavoz popular Vicente Martínez Pujalte aseguró que lo que dijo el portero no era «verdad» y lo atribuyó al «estado de shock» en el que se encontraba. En cualquier caso, los populares insistieron en que la declaración del comisario demuestra que el Gobierno del PP no mintió. Por el contrario, el representante del PSOE, Álvaro Cuesta, dijo que ayer quedó demostrado que desde el principio había indicios sólidos de la implicación islamistas, en conta de lo afirmado en su día por el entonces ministro de Interior.

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