El alcalde de León abandona airado el acto por problemas de protocolo antes de llegar los Reyes
«Está todo hablado». Una señorita del servicio de protocolo de Defensa -con traje pantalón rojo- corría detrás del alcalde de la ciudad para tratar de evitar su furia tras decidir abandonar la Academia Básica del Aire, sólo unos minutos antes de que los Reyes aterrizaran en La Virgen del Camino. Francisco Fernández zanjó con esa frase la polémica que mantuvo con un comandante del Ejército del Aire sobre el lugar que le correspondía ocupar en los asientos preparados para el evento en la plaza de armas para asistir a la entrega de despachos. Oficialmente, el primer edil de la capital abandonó el centro militar para atender en la ciudad un asunto urgente no previsto, pero su enfado no pasó desapercibido entre las filas de los oficiales encargados del protocolo que durante minutos repasaron una y otra vez la jugada. Detrás del alcalde de San Andrés y senador, Miguel Martínez, y justo al lado del obispo de León, Julián López. Ahí era el lugar -fila dos, silla siete- reservado para el alcalde. El problema comenzó cuando el nombre de Fernández ya no apareció en la silla que le correspondía y en realidad, según el Gabinete de la Alcaldía, el protocolo no tenía claro dónde ubicarle. Como en esa fila había varios asientos libres, el regidor optó por ocupar otro distinto al asignado en principio, más centrado hacia el palco. En ese momento un comandante le advirtió que aquel no era su lugar, al parecer no con demasiado tacto, y el alcalde optó por irse definitivamente. Creyó que no tenía por qué «aguantar malos modos». Fuentes del Consistorio aseguraron que no era la primera vez que tenían problemas de protocolo en la Academia Básica del Aire.