Garzón deja en libertad al español que estuvo preso en Guantámano

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decretó ayer la puesta en libertad bajo fianza de 3.000 euros de Hamed Abdelrahman Ahmed, el único ciudadano español que permaneció dos años detenido en la base militar de Estados Unidos en Guantánamo (Cuba). El magistrado justifico esta decisión debido a la «detención arbitraria» sufrida por Hamed, nacido en Ceuta, a manos de las autoridades norteamericanas, así como al hecho de que sus abogados defensores hayan aportado documentos que acreditan su integración «laboral y familiar». Además de la fianza, el juez le impone al reo la obligación de comparcer diariamente en la comisaría más cercana a su lugar de residencia, así como que semanalmente lo haga ante el juzgado. También le prohíbe salir al extranjero sin su autorización, con el fin de asegurar en todo momento su disposición ante la justicia. Además, el preso ceutí deberá comunicar a la Audiencia Nacional el domicilio en el que vivirá y el trabajo que desempeñará, «si lo tuviese». El único ciudadano español que ha permanecido preso en dicha base estadounidense fue entregado a las autoridades españolas el 13 de febrero. Trece días después, Garzón decretó su ingreso en prisión provisional, acusado de estar integrado supuestamente en la cédula española de Al Qaida desarticulada en noviembre del 2001, en la llamada operación Dátil. Garzón adopta esta decisión al estimar el recurso de reforma interpuesto por la defensa de Ahmed en contra de su ingreso en prisión preventiva, y después de analizar los informes de la Fiscalía, que se oponía a la puesta en libertad, Instituciones Penitenciarias, las defensas y el médico forense del Juzgado de Intrucción número 5. Informes médicos El magistrado relata en el auto que una vez en España, Hamed fue sometido a varias revisiones médicas. La última realizada por la psicóloga del Centro Penitenciario de Alcalá-Meco, donde se encontraba ingresado hasta ayer. Estos informes destacan que el reo es un «sujeto con personalidad normalmente estructurada y sin trastornos estables». Según la psicóloga, posiblemente debido a la experiencia traumática vivida durante los dos años en Guatánamo y los cuatro meses anteriores en los que estuvo capturado en Afganistán, «de los cuales apenas quiere hablar», se muestra «especialmente dependiente y sumiso, con tendencia a la adhesión y temores de separación, distimia y apatía». A pesar de todo, el informe médico asegura que se muestra como «un sujeto tranquilo, con tendencia al autocontrol y a la autodisciplina». También reseña que es «emocionalmente estable. El magistrado recuerda que en el auto en el que decretó su ingreso en prisión se hacía constar que el tiempo de pri-vación de libertad que había sufrido en la base militar y en Afganistán no era computable a efectos de determinar el plazo de prisión provisional. Sin embargo, el juez entiende ahora que, aunque este extremo se mantiene, «no puede pres-cindirse de él ni de las circuns-tancias en las que se produjo la detención previa, al amparo de una violación sistemática de los derechos fundamentales de los detenidos, manteniéndolos ale-jados de cualqueir posibilidad de defensa». El magistrado destaca que solicitó información a la em-bajada de Estados Unidos en España sobre su estancia en Guantánamo, pero que no re-cibió respuesta.