Fischler arruina al campo leonés

Se consumaron los malos presagios. Fischler podría pasar a la historia como el hombre que arruinó al campo leonés. La protesta protagonizada ayer en Bruselas por cientos de agricultores españoles -incluida una nutrida representación leonesa-, no suavizó un ápice el texto que días atrás había filtrado el sindicato Asaja. Los números eran correctos: la reforma afectará a las 2.375 familias que viven en la provincia de la remolacha, la reducción del cupo supondrá dejar de cultivar 1.250 hectáreas y las pérdidas rondarán los quince millones de euros. En la práctica, es una sentencia de muerte para el campo. La remolacha es el principal cultivo y el más rentable. José Antonio Turrado, secretario general de Asaja en Castilla y León, confirmó ayer desde la capital belga que los agricultores españoles se han quedado solos. «No vamos a tener aliados ni siquiera dentro del sector remolachero», aseguró. Turrado confesó que la decisión de la Comisión Europea es «tan negativa que, aunque se quedara a la mitad, seguiría siendo una auténtica ruina para el campo leonés». Sin embargo, Asaja, el resto de organizaciones agrarias y los cultivadores afectados no piensan quedarse de brazos cruzados. Ha llegado el momento -en palabras de Turrado- de que «nos defienda el Gobierno». «No es normal que los agricultores nos partamos la cara contra el aparato oficial de Bruselas. Vamos a exigir responsabilidades». El portavoz de Asaja pide poder hablar con Zapatero «sólo diez minutos» el próximo día 23 -fecha de la reunión en León del Consejo de Ministros-. Advierte que los remolacheros podrían protagonizar la primera gran protesta contra el Gobierno de Zapatero. Turrado no vio cara a cara a Fischler, quien únicamente recibió a los líderes de las organizaciones agrarias convocantes de la manifestación, pero le molestó que el comisario les entregara una copia «en inglés» de su propuesta. El Nerón de la agricultura europea era el gran eslógan de la mayoría de las pancartas contra el comisario austríaco. En los próximos días León asistirá a una dura batalla para salvar a un sector que sigue siendo vital para la economía de la provincia.