Diario de León

El detenido afirmó que los guardias civiles sí le pidieron que no dijera nada de los explosivos

El confidente Zohuier dice que avisó de los atentados y que no le hicieroncaso

Fuentes judiciales afirman que el confidente dijo una cosa a los periodistas y otra al juez La Audie

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Alejandro Posilio - redacción | madrid
León

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El confidente de la Guardia Civil que está en prisión imputado en los atentados del 11-M Rafá Zohuier afirmó ayer que avisó de los atentados de Madrid, pero que no le hicieron caso. Este sospechoso de haber participado en la trama de la venta de los explosivos que se utilizaron en la masacre de los trenes de cercanías realizó estas declaraciones tras comparecer ante la titular del Juzgado de Primera Instancia número tres de Valdemoro (Madrid). Allí declaró en relación con la denuncia presentada por la Fiscalía sobre las amenazas que podría haber recibido por parte de agentes de la Guardia Civil en la cárcel, para que no revelara datos sobre la supuesta trama de la venta de explosivos. Cuando Zohuier finalizó su declaración, que duró una hora, e iba a ser introducido en un furgón policial para trasladarle a la cárcel, los periodistas que le esperaban a la salida del juzgado le preguntaron si avisó de los atentados del 11-M. El imputado afirmó: «Sí, avisé y no me han hecho caso». Contradicciones Sin embargo, otras fuentes jurídicas señalaron ayer que Zohuier no declaró esto, sino que sólo dijo que un año antes de los atentados puso en conocimiento de un agente de la Guardia Civil que el ex minero asturiano Emilio Suárez Trashorras, también imputado en el caso, le había ofrecido explosivos, según informó anoche Europa Press. La Fiscalía General del Estado instó a la apertura de una investigación en el Juzgado de Valdemoro para determinar si existieron amenazas de los agentes de la Guardia Civil sobre Zohuier, denunciadas por el propio confidente a través del diario El Mundo. Según unas cartas remitidas a dicho rotativo, el reo asegura haber recibido visitas en la cárcel de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado. Según expresa en la misiva, éstos le presionaron para que no contara todo lo que sabe sobre la venta de los explosivos utilizados el 11-M. Según fuentes jurídicas, Rafá Zohuier declaró ante la jueza que no recibió amenazas en la cárcel por parte de los agentes de la Guardia Civil, aunque sí le comentaron que no dijera nada de los explosivos utilizados en los atentados, porque si lo hacía le echarían la culpa a él. Esta declaración contradice a la que hizo ante el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que lleva la investigación sobre los atentados. A éste le aseguró que no había informado a la benemérita ni a nadie de preparativo alguno sobre la masacre del 11-M. Sin embargo, cuando el con-fidente entraba esposado en las dependencias judiciales, vestido con una camiseta muy ajustada y el pelo muy corto, los periodistas le preguntaron si había sido presionado: «No quiero decir nada, soy inocente, pero no soy un chivato», fue su respuesta. Fuentes jurídicas señalaron ayer que Zohuier rechazó la posibilidad de emprender acciones civiles o penales por las supuestas amenazas recibidas por parte de los agentes de la Guardia Civil. Zohuier compareció ante la juez sin abogado, ya que en estas diligencias no es preceptiva su presencia. A tenor del contenido de la declaración, la juez, tras escuchar al fiscal, está estudiando la práctica de nuevas diligencias. Esta decisión se producirá la semana próxima a través de una providencia, según informó el TSJM.

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