| Crónica | Una jornada maratoniana |
¿Qué fue de Ismael Álvarez?
Manuel Fraga sorprendió a López Riesco al preguntarle a bocajarro por su antecesor en la alcaldía de Ponferrada, obteniendo como única respuesta: «Está por ahí»
La maratoniana agenda de la jornada jacobea que ayer vivió la delegación castellana y leonesa que acudió a Santiago de Compostela para celebrar el día de la comunidad en el Año Santo no podía haber sido más intensa. Una recepción, dos exposiciones, inauguración a contra reloj de una placa conmemorativa, plantación de un árbol (visto y no visto), paseo por las calles que rodean la plaza del Obradoiro, Misa del Peregrino con la consabida invocación al Santo y la puesta en órbita del famoso botafumeiro, a lo que siguió una reunión con Fraga y un almuerzo oficial. En el calor del fraternal abrazo entre dos comunidades vecinas, el presidente gallego invitó al de Castilla y León a inaugurar la estatua del Peregrino que se ha levantado con motivo de la celebración del primer Año Santo del tercer milenio. Vamos, que como dijo ese peregrino mundialmente conocido como Zapatones, «el Camino hay que contarlo con propiedad y condimento». Y entre acto y acto, la jornada estuvo salpicada de inesperadas anécdotas, como la protagonizada por el propio Fraga y el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco. Y es que a su llegada a la sala en la que le esperaba la comitiva castellana y leonesa, mientras saludaba a los ediles castellanos y leoneses, Manuel Fraga no dudó en preguntarle a bocajarro al alcalde berciano: «¿qué ha sido de su predecesor?». Algo a lo que López Riesco, que con toda seguridad no se lo esperaba, contestó: «Está por ahí». Por otro lado, una de las mejores anécdotas que sin duda vivió el presidente Herrera en su movida visita a Santiago fueron las imprecaciones de varios turistas castellanos y leoneses que, al reconocerle por la calle, optaban por saludarle o bien, como hizo una peregrina salmantina, instarle a rebajar los impuestos. A la buena mujer no se le ocurrió otra cosa que regatear con el Impuesto de Bienes Inmuebles, más conocido como contribución, que, como le explicó uno de los integrantes de la comitiva, es competencia municipal y no de la Junta. Igual de efusivos, se mostraron unos turistas de Villablino que se cruzaron con la comitiva y, para sorpresa de todo el mundo, reconocieron a su presidente por las calles compostelanas. Para que luego digan que a los castellanos y leoneses no les interesa la política ni los políticos de su comunidad.