Zaplana niega que el objetivo fuera el galardón

El ex portavoz del Gobierno Eduardo Zaplana afirmó ayer que el contrato con el bufete norteamericano no tenía como finalidad lograr la Medalla de Oro del Congreso para Aznar, sino «defender los intereses de España». Sin embargo, la anterior titular de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, admitía que su Gobierno pagó una minuta a la firma de abogados Piper Rudnick por sus llamadas a varios congresistas norteameri-canos para que apoyaran la concesión del galardón. Ambos coincidieron en que los contratos con ese tipo de lobbies son habitales. «Lo tienen todos los países de nuestro entorno», afirmó Palacio. «Hay que entender las culturas: en Estados Unidos el lobby está perfectamente regulado y es una actividad que no sólo es absolutamente transpa-rente y está perfectamente aceptada, sino que es un instrumento que todo el mundo utiliza», añadió. La ex ministra manifestó que el objeto del contrato no era buscar apoyos para que Aznar obtuviera la medalla, sino «para favorecer los intereses españoles». Pero reconoció que el lobby cobró también por esa labor, ya que, en su opinión, era también un «interés español». Zaplana calificó como «impropia de un sistema democrático» la actitud del Gobierno socialista de «revisar la gestión anterior con un ánimo revanchista y de linchamiento».