Su presencia está aseguradaen casi toda la provincia, a excepción del Bierzo y la zona de Los Oteros

El seguimiento del lobo ibérico en la provincia leonesa constata que existen grupos reproductores en la mayor parte del territorio. Únicamente escasea en algunas zonas de la comarca del Bierzo y en el área de los Oteros. Concretamente, Tierra de Campos parece ser la zona donde se ha establecido con mayor firmeza en los últimos años. Junto con León, en Zamora, Palencia y Burgos las poblaciones de lobo han permanecido aparentemente estables, sin variaciones significativas de densidad. Pero hay dos regiones -el norte y este de Burgos y el norte de Salamanca- donde la expansión de esta especie se ha ido estancando progresivamente a causa de los conflictos con la ganadería extensiva. En Zamora, el lobo habita al norte del Duero, especialmente en las comarcas de Aliste, Sanabria y Carballeda. El lobo es una especie común en Burgos, donde en los últimos años ha ido expandiéndose hacia el sur y el sureste, hacia Soria y Segovia. Por el norte suele dirigirse hacia Cantabria y el País Vasco. Los ganaderos vascos organizan reiteradas batidas para exterminar esta especie, dada su aparente incompatibilidad con los rebaños. En Valladolid, las poblaciones han ido aumentando progresivamente. En Soria, el lobo está presente en los sistemas montañosos del norte, limítrofes con Burgos y La Rioja, donde también sufre persecuciones. Al sur, se puede encontrar en montes próximos a la capital. En Segovia, se ha constatado su presencia desde los pinares de Cuellar hasta la autovía que une Burgos con Madrid. Llega incluso hasta Somosierra. En Salamanca, vive de forma habitual únicamente en una franja del norte, que limita con Zamora. En Palencia, sólo una pequeña zona de Tierra de Campos queda fuera de los límites del lobo, que ha colonizado terrenos agrícolas cercanos a Valladolid. Por contra, el lobo está ausente en la práctica totalidad de Ávila.