La reunión a la que Aznar no fue

El documento, que será remitido a todos los militantes del partido, no sólo rechaza las críticas relacionadas con la contratación del lobby estadounidense y con la posesión de documentos secretos, sino que arremete contra los antiguos Gobiernos socialistas y defiende el mandato de Aznar. Ocho años de los que los populares aseguran sentirse orgullosos. «Ni José María Aznar ni los Gobiernos del Partido Popular por él presididos, señala, han hecho uso personal ni partidista de los fondos públicos ni de la información de la que dispusieron por razón de su responsabilidad». «Es más, la etapa del gobierno del PP encabezada por Aznar supuso el fin de un periodo en el que fueron moneda corriente los escándalos por uso denigrante del poder al servicio de intereses personales», continúa la resolución. Rajoy presentó este texto como una demanda directa a Rodríguez Zapatero para que aplique el «juego limpio», cree un buen clima político y dé ejemplo de «buenas maneras». Lo hizo con sus palabras, después de leer la carta con la que Aznar, al que como presidente del partido le corresponde participar en los encuentros del comité ejecutivo, excusó su presencia de la reunión para no «condicionar» las decisiones que pudiera adoptar el órgano directivo. Rajoy advirtió a Zpatareo que no podrá borrar la «credibilidad» que, a su juicio, fue ganada por su partido durante dos legislaturas.