| Crónica política | Elecciones en septiembre |
Ahora ya toca Galicia y el País Vasco
Por más que se quiera rescatar el clima del 11-M en Septiembre, el cierre de la Comisión Parlamentaria ha cambiado la clavija de la política para el próximo curso: tras el descanso, ya tocará campaña electoral vasca y gallega. Las dos a un tiempo, porque de Mayo a Octubre del 2005 va solo un verano y, además, porque sólo Dios y Fraga saben si habrá adelanto electoral. Atrás queda el río de comparecencias que ha alimentado un debate destinado a cerrar con otra imagen la legislatura que sacó al PP del poder, básicamente, como reconocen sus dirigentes más avispados, por méritos propios. «Las elecciones no las gana la oposición sino que las suele perder el gobierno», declaraba Mariano Rajoy hace un año cuando los resultados de marzo no podían convertir esa frase en un desacato para Aznar. «A Aznar ni mentarlo», es la consigna ahora en el PP, que bastante hace él solo por reaparecer y complicar la vida a sus herederos. Quien diga que la Comisión no ha servido para nada es porque nunca se asomó a ella o porque no valora el poder de cohesión que ha tenido para las desconcertadas tropas populares que andaban repartiendose el poder de la nueva legislatura cuando supieron que estaban en la oposición: «¿Tu por qué crees que a Eduardo Zaplana se le veía tanto en los últimos meses con Florentino Pérez?», se pregunta un alto empresario madrileño: «¿Solo por madridista? No. Porque daba por hecho que iba de ministro a Fomento que es donde hay presupuesto», se responde él mismo. Con ese escenario, la Comisión del 11-M ha servido para cohesionar algo a la militancia popular y para modificar la foto-finish de la elección. «Pudimos equivocarnos yo misma, el ministro y hasta el Presidente -repetía aún el viernes pasado Esperanza Aguirre- pero no mentimos». Enric Juliana escribía en La Vanguardia al cierre de la Comisión del l1-M: «Parece como si antes quisieran quedar de tontos que de mentirosos». Pero sería injusto limitarlo a eso. La Comisión ha servido para aprender muchas cosas. Parlamentarios y periodistas inmersos en ella, y la multitud que ha seguido los debates por televisión e internet, admiten que hoy saben mucho más de terrorismo islámico, del etarra y de investigación policial. Fraga e Ibarretxe Así que en septiembre, campaña vasca y también gallega. De Fraga se esperan cambios inminentes en la Xunta, aunque ya se esperaban después de la elección de Rajoy como sucesor y después del 11-M. «No ha tenido un vicepresidente en tantos años de mandato y lo mismo en septiembre nombra dos, además del secretario general nuevo que le reclaman hasta los gatos,» sostiene un dirigente del PP gallego. Ibarretxe afronta el último curso con un clima distinto. La mejor prueba es que hasta promete asistir a la Conferencia de Presidentes Autonómicos que convocará Zapatero. Las espadas allí siguen en alto pero algo se mueve después de catorce meses sin muertos.