Condena de 66 años de cárcel para la Tigresa y Santi Potros

La Audiencia Nacional condenó ayer al ex jefe de ETA Santiago Arróspide Sarasola, Santi Potros , y a la miembro del comando Madrid Idoia López Riaño, Tigresa , a 66 años de cárcel cada uno por el intento de asesinato en 1986 del entonces presidente del Tribunal Supremo, Antonio Hernández Gil, y de sus dos escoltas. La sentencia se dio a conocer el mismo día que el mismo tribunal impuso otra pena de 75 años de prisión al etarra José Ignacio Guridi Lasa, Xabi , por el asesinato en el 2000 de dos guardias civiles en la localidad oscense de Sallent de Gállego. Los agentes quedaron destrozados por la explosión de una bomba lapa colocada en los bajos de su coche patrulla. La sentencia contra el comando Madrid indica que tanto Tigresa como Santi Potros, en 1986 jefe de los comandos legales -no fichados- de la banda, son autores de tres delitos de asesinato frustrado con las circunstancias agravantes de premeditación y alevosía. López Riaño fue condenada como autora material ya que la resolución declara probado que fue la persona que activó el disparador del lanzagranadas utilizado en el atentado. Arróspide Sarasola fue condenado como cooperador necesario en el crimen frustrado, porque marcó el objetivo y ordenó matar a Hernández Gil y porque, además, facilitó datos sobre las costumbres del ex presidente del Supremo y sobre su recorrido habitual en el vehículo oficial. El fallo afirma que los miembros del comando Madrid situaron el 8 de mayo de 1986 en doble fila un automóvil robado con tres tubos lanzagranadas orientados hacia el semáforo en el que solía parar el coche oficial de Hernández Gil, junto a la sede del Consejo General del Poder Judicial, y que accionaron el disparador a su paso. Ni el ex presidente del Supremo ni su chofer ni su escolta sufrieron lesiones importantes porque las granadas se dispararon desde muy cerca y debido a que el conductor adelantó varios metros el coche y los proyectiles impactaron en el maletero.