Diario de León

| Crónica | La semana política |

La crisis en otoño es inevitable

La economía sufrirá en los próximos meses un serio vapuleo a tenor de los claros indicios que se perfilan estos días. La crisis política, al menos para Zapatero, parece lejana

Bush tiene elecciones en EE.UU. en noviembre

Bush tiene elecciones en EE.UU. en noviembre

Publicado por
Manuel Campo Vidal - madrid
León

Creado:

Actualizado:

Las hemerotecas le están pasando factura a la anterior ministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio, que nos consolaba del inicio de la guerra de Irak augurando que «bajaría el petróleo y subirían las Bolsas». Un año después, el petróleo no para de subir y las Bolsas a bajar de forma preocupante. Las vacaciones pueden cerrarse con un incremento espectacular del precio de los carburantes. El diario económico Cinco Días se atreve a titular: «el impacto de la subida del petróleo puede provocar un nuevo septiembre negro en las Bolsas». George Bush está forzando la máquina para que el dólar no se desplome antes de la gran elección de noviembre -ya toca a 1,22 unidades por euro- porque nuevos datos económicos negativos, más el impacto de la guerra en los soldados americanos, ponen en riego su reelección. Menos mal que Aznar acudirá a la convención republicana a pedir el voto hispano. Valen todas las llamadas de socorro. Pero este verano que anuncia crisis en otoño tiene datos preocupantes de cosecha española propia. Nunca la distancia entre las cifras oficiales y la percepción popular había sido tan pronunciada desde aquel enero del 2002 en que Rodrigo Rato dio una décima de incremento al IPC mientras la gente clamaba contra el abuso del redondeo de los precios. Las familias con niños pequeños saben que un carrusel que costaba 100 pesetas pasó de un día para otro a costar 166, pero muchos otros precios más vitales sufrieron aumentos de esa desproporción. La crisis por ejemplo se ve en casi todos los lugares de veraneo, desde la Costa Brava al Baixo Miño, y desde el País Vasco a Málaga. Tan sencillo como que la gente ve menos gente. Lo curioso es que las autoridades ven los mismos que otros años, pero los hoteleros y restauradores les desmienten: «vienen menos portugueses a comer», aseguran los restaurantes de A Guarda, «pero también menos españoles». La Xunta asegura, en contra de los hoteleros, que hay más peregrinos que en el 99, el anterior Año Santo, pero en la dársena han entrado un 30 % menos de autobuses. Y el ejercicio se repite aproximadamente igual en todos los centros turísticos. Hay que observar también la ocupación de las compañías aéreas: es posible encontrar plaza de última hora para casi todos los destinos en días críticos, y en la televisión las agencias de viajes machacan casi con desespero ofertas de última hora para Cuba y el Caribe. La explicación popular a nivel de sucursales de Cajas de Ahorro es que 3 años de euro con redondeos abusivos han llevado a tocar fondo. «la gente ahora pide crédito para todo, para una comunión, para un coche, y hasta para las vacaciones», comenta a Diario de León una empleada de entidad bancaria, «y cuando se anuncia una ligera subida de tipos el personal queda fuera de juego». Este año son sólo síntomas pero a futuro hay que tomar medidas y reinventar un turismo que no sea sólo de sol y playa porque también en este capítulo de la economía -y no sólo en la industria- la deslocalización se divisa. «El peligro es que el turismo exterior a este lado del Mediterráneo -declara a este periódico el profesor Manuel Castells- depende de que siga la guerra en la otra orilla». Por lo tanto entre la crisis económica interna, los nubarrones en la economía internacional, y la amenaza de deslocalización turística que afecta a uno de los bastiones de nuestra economía, es importante hacerse a la idea de que a partir de otoño se empezarán a notar serios síntomas de crisis. Al menos económica. Crisis política contenida No será tan inquietante para el presidente Zapatero la crisis política al menos por los datos de que ahora disponemos. El PP va a estar ocupado con su congreso que debe reforzar el liderazgo de Mariano Rajoy. Izquierda Unida tiene un debate muy serio ante la Asamblea de diciembre que Rosa Aguilar anuncia como determinante: «o para un lado o para otro pero no podemos seguir con una Izquierda Unida moribunda». Rosa Aguilar es la última estrella de esa formación con posibilidades de sustituir a Llamazares en diciembre si no se quiere volver a Paco Frutos. Entretanto los nacionalistas están ocupados en resolver sus asuntos internos. El partido de Jordi Pujol que ve con tristeza como sus bases proponen un «no» a la Constitución europea después de haber hecho del europeísmo una de las columnas vertebrales de su existencia. El propio Pujol está preocupado por la eclosión de manifestaciones de ocupas en Barcelona y por el relativo boicot de algunos medios de comunicación al Forum: «la protesta por la protesta en la sociedad catalana no es buena». Otra cuestión más complicada es el País Vasco que como dice el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, «el País Vasco no tiene solución pero puede tener arreglo». Depende de lo que pase en las elecciones de mayo. El lehendakari Ibarreche pide a Zapatero que se comprometa a respetar lo que salga del Parlamento Vasco y reclama la misma legitimidad que el presidente concede al Parlamento catalán. La legitimidad no puede ser la misma, parece porque en Cataluña las elecciones son libres y en el País Vasco los candidatos de los partidos constitucionalistas viven amenazados. Es la violencia la que establece diferentes grados de legitimidad. Con todo, si Zapatero supera el referéndum de febrero sobre la Constitución europea, no parece que vaya a tener grandes desafíos políticos hasta mayo cuando los vascos voten. Otra cosa es que su correlegionario Pascual Maragall no le deje el invierno en paz.

tracking