Diario de León

La magistrada sostiene que no hay «ninguna prueba» que conecte a Loli con el asesinato

La juez sobresee la causa contra Dolores Vázquez y Graham por la muerte de Rocío

La titular de Fuengirola mantiene las acusaciones sólo contra Tony Alexander King

Publicado por
R. Marcos
León

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La juez que investiga el caso del asesinato de la joven Rocío Wanninkhof archivó ayer las acusaciones que pesaban sobre Dolores Vázquez y el británico Robert Graham. La titular del juzgado de Instrucción número 6 de Fuengirola (Málaga) adoptó esta decisión a petición del Ministerio Fiscal, que solicitó el sobreseimiento de la causa contra ellos durante la vista previa a la apertura del juicio oral. La magistrado mantuvo, también a instancias de la Fiscalía, las imputaciones contra Tony Alexander King, encarcelado desde que en septiembre del 2003 fuera detenido por otro crimen: el asesinato de la joven de Coín Sonia Carabantes. La instructora basó su resolución en que, tras las investigaciones efectuadas, no hay «indicios de criminalidad que justifiquen la continuación del procedimiento» contra Dolores Vázquez -a quien un jurado popular condenó por este asesinato en septiembre del 2001- y Robert Graham, detenido después de que Tony King le acusara de haber matado a la joven de Mijas, en la segunda declaración que prestó después de ser detenido. En su auto, la juez también explica que no se ha demostrado que Loli conociese a los otros dos acusados, como sostuvo Tony King. Respecto de éste, la magistrado María Jesús del Río apreció en su primera declaración ante la policía «indicios suficientes» para mantenerle imputado. En aquella declaración el acusado reconoció ser el autor de la muerte de ambas jóvenes malagueñas y de al menos tres violaciones cometidas en la Costa del Sol desde 1997, cuando se instaló en España. El caso parecía estar a punto de aclararse, pero unos días después se complicó porque King se desdijo ante la juez y acusó a Dolores Vázquez y a su compatriota del asesinato de la joven. Una colilla y restos de ADN La juez también recuerda en su escrito que existen otras evidencias contra King, como la colilla con restos de su ADN que recogió la policía en el lugar del crimen y las acusaciones contra él de varios testigos. Insiste en que «ninguna prueba» conecta a Dolores Vázquez con el suceso, por lo que ordena que le sea devuelta la fianza y se suspenda el embargo provisional de su vivienda, aunque le impone la obligación de presentarse en el juzgado cada quince días. El pasado 2 de agosto el fiscal del caso, Antonio González, pidió a la juez que exculpara a Dolores Vázquez -que convivió durante diez años con la madre de Rocío Wanninkhof, Alicia Hornos- y al británico Robert Graham. Basó su solicitud en la primera declaración de Tony King ante la policía. No obstante, el abogado de la familia de la joven asesinada, Marcos García Montes, que ejerce la acusación particular, pidió a la juez que mantuviese imputados a los tres implicados. Rocío Wanninkhof, estudiante de magisterio de 19 años, desapareció en la localidad de Mijas el 9 de octubre de 1999 cuando regresaba a su casa para ducharse y reunirse con su novio. Su cadáver fue hallado casi un mes después, el 9 de noviembre, cosido a puñaladas, desnudo y con las piernas abiertas en un paraje cercano a la urbanización Altos del Rodeo en Marbella. Su madre acusó a Dolores Vázquez del crimen, que según su versión habría perpetrado para vengarse por la ruptura de la relación sentimental que ambas mujeres habían mantenido durante una década. Tony King confesó el asesinato tras ser arrestado por la muerte de otra chica, Sonia Carabantes, vecina de Coín de 17 años y estudiante de cuarto curso de ESO. Desapareció el 14 de agosto del 2003 cuando regresaba a casa de la feria de su pueblo. Sus cuerpo fue encontrado desnudo y semienterrado cinco días después en una localidad cercana. La pista que condujo a los invetigadores hasta Tony King fueron los restos de ADN encontrados en la escena del crimen. Después, la Policía comprobó que la secuencia de ese ADN coincidía con otros restos recogidos junto al cadáver de Rocío Wanninkhof.

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