La Diputación ultima los detalles para inaugurar el CTR en el plazo de un mes

«La gente tendrá que acostumbrarse a manejar dos o más bolsas de basura en casa para reciclar todo lo posible» SECUNDINO PRIETO, gerente del CTR de León Las obras del Centro de Tratamiento de Residuos de León (CTR), ubicado en las proximidades de San Román de la Vega, están siendo rematadas a marchas forzadas para permitir su entrada en funcionamiento en la segunda quincena de septiembre para reciclar y enterrar, en su caso, toda la producción de basura de la provincia. Según el gerente de la sociedad gestora del recinto, Secundino Prieto, ya sólo falta completar algunos detalles en la puesta en marcha de las instalaciones, como jardinería, mobiliario, programación de los equipos informáticos, etcétera. El recinto ha superado ya con éxito las primeras pruebas de funcionamiento «durante días enteros sin parar, aunque en vacío», a la espera de que instalaciones y maquinaria puedan operar a pleno rendimiento con la llegada de los primeros camiones de residuos. Según Prieto, la entrada en servicio del CTR, que ha costado el equivalente a 9.000 millones de las desaparecidas pesetas y ocupa una superficie de 52 hectáreas en las inmediaciones de Astorga (San Román de la Vega), sólo está pendiente de encontrar un hueco en las agendas de las autoridades públicas para una inauguración «a lo grande», una vez pasado el paréntesis veraniego. Ley de envases La entrada en servicio del CTR, con todas sus instalaciones a punto, choca, paradójicamente, con la escasa atención de los municipios beneficiarios para resolver previamente el problema de la recogida selectiva de basura, sin cuya diferenciación previa el costoso recinto se convertiría en una fosa o vertedero más. La Ley de Envases de 1997 obligaba ya a los municipios de más de 5.000 habitantes a utilizar al menos dos bolsas de basura domiciliaria, una para residuos orgánicos y otra para envases de cartón vidrio o metal, a la que posteriormente se unió otra sobre vertido de subproductos peligrosos, como pilas electricas o medicamentos caducados. Según Prieto, ambas normativas, que reflejan directrices previas de la UE, se está cumpliendo bajo mínimos: estaba previsto que los grandes y medianos municipios alcanzaran un porcentaje de reciclado de envases proximo al 45%, pero todavía hoy apenas se llega a la mitad. Por municipios, intentan cumplir la normativa lo mejor posible los de León capital, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo, La Bañeza y Astorga, entre otros, que ya han realizado cuantiosas inversiones en contenedores y vehículos, mientras que Villaquilambre aprobó su propio plan hace sólo dos semenas y otros siguen reacios a cumplir la nueva normativa, como Villablino, Bembibre o La Robla. Según los responsable del CTR, los envases suponen un tercio del peso y volumen de los residuos sólidos urbanos y su eliminación supondría alargar otro tercio la vida útil del nuevo centro. «Sólo en vidrio se reciclaron el año pasado en la provincia de León tres mil toneladas de materiales, y seguimos sin tener estadísticas sobre papel, cartonaje y latas».