Tarifa para un inmigrante: 100 euros por dormir en unsofá

Las dificultades de los inmigrantes para acceder a una vivienda han disparado el negocio de los pisos realquilados, donde se hacinan entre 10 y 15 personas en 60 u 80 metros cuadrados, en los que cada persona paga 100 ó 120 euros por disponer de una cama, incluido el que le toca el sofá, según han denunciado diversas ONG. También se siguen extendiendo las llamadas «camas calientes», colchones que se alquilan por ocho horas y en los que duermen tres personas cada día, por turnos. Sesenta euros por una «cama caliente», 100 euros por un sofá o 120 euros por una cama en una habitación en la que hay tres literas son, sin duda, precios abusivos, pero para muchos inmigrantes es la única opción, puesto que encuentran serias dificultades para que alguien les alquile un piso. Según SOS Racismo, es habitual que los propietarios se nieguen a arrendar un piso a inmigrantes que no tienen los papeles en regla y no pueden disponer de nómina, que es una condición que exigen los arrendadores. No obstante, el hecho de no disponer de nómina no es el único obstáculo que tienen los inmigrantes que quieren alquilar una casa, porque incluso los que tienen un contrato estable encuentran dificultades, tal como señala el informe realizado por la ONG Sodepau, en el que se recogen anuncios con frases como «No se alquila a extranjeros no comunitarios», «Sólo personas nacionales» o «Sólo españoles o de la comunidad europea». Además de los anuncios discriminatorios, la responsable del informe, Mariel Araya, ha mencionado otros casos, como el de una mujer ecuatoriana que llamó pidiendo información sobre un piso. Al oír su acento le dijeron que ya estaba alquilado, pero cuando, poco después, un trabajador del servicio de mediación de Sodepau llamó al mismo número le facilitaron la información y le dijeron que todavía no había sido alquilado.Estas dificultades provocan que los inmigrantes sean víctimas de abusos de arrendadores. Asilo para un príncipe El Supremo ha ordenado a Interior que admita a trámite la solicitud de asilo político en España presentada por un ciudadano de la República de Níger, que alega que es heredero del príncipe de una tribú en su país y que se ha enfrentado a las fuerzas gubernamentales con cócteles-molotov. Interior desestimó en 1997 la tramitación de esta petición por considerar «inverosímil» el relato del peticionario.