Casi cinco años de espera para un proyecto con demasiadas prórrogas
El proyecto del CTR de León se adjudicó en diciembre de 1999 para dar una solución definitiva al problema de la basura, que entonces generaba no pocos vertederos incontrolados en cabeceras de comarca, muchos de los cuales todavía siguen abiertos. De hecho, pocos o ningún consorcio comarcal de recogida de residuos cumple la normativa europea por falta de un destino final donde desdoblarlos, tratarlos y, en su caso, enterrarlos con todas las garantías medioambientales. La oposición vecinal que suele acompañar, casi de forma inevitable, a este tipo de instalaciones intentó ser capitalizada políticamente por la UPL entre los votantes de San Román de la Vega, generando hasta un total de catorce demandas, recursos judiciales y contencioso-administrativos, todos ellos acompañados de una abundante panoplia de protestas y manifestaciones públicas que, al final, queraron en nada, pero por puro agotamiento. Las continuas alegaciones impidieron que las obras pudieran ser contratadas hasta el 27 de septiembre del 2001 con un plazo de ejecución de dos años. Más o menos por las mismas fechas se dio también el visto bueno al informe de impacto medioambieltal del proyecto, a su vez, sujeto a múltiples contenciosos y reclamaciones. Y, por último, en abril del 2002 se aprobó un proyecto añadido que incrementaba en cerca de 900 millones de las antiguas pesetas el coste de las instalaciones, las cuales terminaron situándose en una cifra póxima a 45 millones de euros. El presupuesto final está aún por revisar y se supone que no será definitivo hasta, como mínimo, el 2005.. En la provincia de León se generan anualmente casi 200.000 toneladas de residuos urbanos, a una media de 1,03 kilos por habitante y día, dependiendo del nivel de vida y consumo de cada población o comarca. En cualquier caso y por municipios, las localidades que producen más residuos al año son León capital (57.300 toneladas), Ponferrada (23.600) y San Andrés del Rabanedo (8.500). Cantidades progresivamente menores, siempre en función de la población, se recogen cada año en forma de basura en poblaciones como La Bañeza, Astorga, Villablino y otras. Para todas ellas el CTR de San Román de la Vega es una solución para una veintena de años, después de los cuales habrá que buscar otro sitio.