La esperanza sube a la vía del oeste

«La reapertura del ferrocarril de la Vía de la Plata es la única infraestructura que nos diferencia del PP; en las otras no hay diferencias salvo en las fechas» ÁNGEL VILLALBA, secretario del PSOE de Castilla y León Los amantes del ferrocarril suelen decir, ante una vía muerta, que «mientras haya vía, hay esperanza». Por eso desde que se cerró la línea de la Vía de la Plata, hace ya casi 20 años, han vigilado para que el camino de hierro que unió Plasencia con Astorga entre 1896 y 1985 no perdiera los railes. Renfe tiene autorización para levantar las vías, pero no ha tocado ni uno solo de los 282 kilómetros que cubren el trayecto entre la provincia de Cáceres y la de León. La maleza se ocupa de camuflarlas bajo su manto de hierbajos, como ocurre en la otrora bulliciosa estación de La Bañeza. Ahora, la esperanza se sube al tren en las viejas estaciones abandonadas. «La reapertura del ferrocarril de la Vía de la Plata es una obra fundamental para el oeste de la Península y es la única que, al margen de los plazos, marca la diferencia con el PP en infraestructuras», afirma Ángel Villalba. Un estudio de UGT, de 1999, valora en 10 millones de euros la inversión necesaria para que los trenes surquen de nuevo los 66,1 kilómetros de vía entre entre Zamora y Salamanca, tramo preferente de la línea debido a los flujos de viajeros que se registran entre ambas ciudades. La velocidad -podrían alcanzarse los 150 km/hora- marcaría la diferencia con el pasado y el trayecto se cubriría en 50 minutos como máximo. Actualmente las vías son utilizables, pero a velocidades máximas de 30 a 50 kilómetros/hora, según los tramos. Se estima que el flujo diario de viajeros alcanzará las 4.000 viajeros que se subirían y apearían en las estaciones por las que discurre y en los nuevos apeaderos de Topas y barrio de San José en Salamanca y de Cubo del Vino, Entrala y Pinilla en Zamora. Las obras de acondicionamiento utilizarían, según este estudio, material de segundo uso. Se necesita un año para renovar un total de 64.258 metros líneales de vía, abrir cunetas, realizar desmontes y movimentos de tierra, limpiar, talar, soldar elementos en túneles (Zamora), renovar postes y la línea de comunicación. El PSOE de Castilla y León cree que este primer tramo puede abrirse a finales del 2006. El tramo de León, los 44,7 kilómetros que median entre Valcavado y Astorga, tendrían que esperar sucesivas reaperturas hasta completar el trayecto. En uso hasta hace tres años Las vías de la provincia de León han estado en uso hasta el 2001, último año en el que el ejército las utilizó. Aunque el tráfico de viajeros fue suspendido en 1985 debido al déficit de usuarios, las mercancías y especialmente los cargaderos de ganado realizaron el trayecto de la línea Monfragüe-Astorga durante diez años más. El congreso del PSOE de Castilla y León -recuerda su secretario regional- aprobó en sus prioridades reabrir el ferrocarril de la Vía de la Plata si llegaba a gobernar. «La ejecutiva federal aprobó las propuestas autonómicas del 2003 y también figura en el plan del oeste», añade. Que Zapatero no asegurara la vuelta a la circulación de esta línea en el consejo de ministros de León, «no quiere decir que no se vaya a hacer; hay distintas fases de actuación», asevera. La clave, dice Villalba, son los presupuestos del 2005 y el objetivo político del PSOE es conseguir que figure una partida para la línea. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anunció después del cónclave ministerial de León que el tren volvería a circular entre Valladolid y Ariza (Soria). En Astorga el alcalde confía en que la influencia política de leoneses en Madrid de sus frutos, igual que en los tiempos en que se decidió este ferrocarril los Gullón lograra que fuera Astorga, y no León, el punto de unión con los extremeños y Andalucía.