Diario de León

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El Ejército español pierdefuerza

El ministro de Defensa, José Bono, advierte que «lo más ridículo que le podría ocurrir a una Armada es tener los buques atracados en un puerto porque falta marinería»

Un grupo de soldados se disponen a comenzar su trabajo en los Juegos Olímpicos de Atenas

Un grupo de soldados se disponen a comenzar su trabajo en los Juegos Olímpicos de Atenas

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C. Calvar - madrid
León

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Las Fuerzas Armadas perdieron 1.500 soldados por año desde que en el 2001 desapareció el servicio militar y nacieron los ejércitos profesionales. Ni las millonarias campañas publicitarias ni la mayor presencia del Ejército en misiones exteriores animaron a los jóvenes a tomar el fusil. A comienzos del 2004 entró en vigor la subida de sueldos que el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, impulsó para evitar el colapso por falta de personal, pero los números muestran que tampoco ha funcionado. Los responsables actuales del Departamento creen que la clave del éxito estará en ofrecer a los aspirantes mejor formación y un horizonte de futuro para cuando hayan colgado el uniforme. El ministro de Defensa, José Bono, llamó la atención sobre este asunto en su primera comparecencia en el Congreso, cuando explicó sus objetivos para esta legislatura. Dijo que el contingente de tropa disminuye «a un ritmo superior a 1.500 soldados y marineros por año» y recalcó que el problema «no es despreciable». El pasado miércoles reconoció que el fenómeno preocupa sobre todo en la Marina y advirtió de que «lo más ridículo que le podría ocurrir a una Armada es tener los buques atracados en un puerto porque no pueden salir porque falta marinería». Según datos de la Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza Militar, las Fuerzas Armadas tenían el pasado 1 de junio 70.695 soldados y marineros, de los que 5.958 eran permanentes y 64.737 temporales. En las academias militares otros 1.627 aspirantes completaban su formación previa al ingreso, con lo que el número real de efectivos no superaba los 72.000. El ministro José Bono reconoció que con eso no basta. «Calculo en torno a 80.000 serían suficientes», afirmó. El Ejército de Tierra cuenta con 48.374 soldados, la Fuerza Aérea tiene 11.785 y la Armada -donde el problema es más sangrante- dispone de 7.984 marineros y 4.210 infantes de marina. Estas cifras incluyen a los aspirantes que se encuentran en período de formación, que algunos -a veces el porcentaje ha superado el 20 por ciento- no completarán. El número de efectivos dista mucho del que propuso en 1998 la comisión mixta Congreso-Senado, cuyo dictamen marcó el inicio de la profesionalización. Fijó el objetivo de fuerza para 2002 en una horquilla de entre 102.000 y 120.000. La escasez de vocaciones obligó a abandonar ese objetivo. Así, los presupuestos del Gobierno del PP para 2004 contemplaron partidas para mantener ejércitos que -calcularon- tendrían en el mejor de los casos 80.000 efectivos. Fuentes del Ministerio de Defensa admiten que este es el número que desde hace 3 años utiliza el Departamento para todos sus cálculos. Explican que todos los diseños de objetivos -incluso los contemplados en la reciente Revisión Estratégica de la Defensa-, instalaciones y gastos tienen como referencia esa cifra, a pesar de que «estamos a una distancia de 7.000 o 10.000 efectivos de ella». Ciclos de captación En la primera mitad del 2004 se realizaron cinco ciclos de captación, en los que Defensa convocó 18.000 plazas de marinero y soldado. Cada año el ministerio capta unos 15.000 alumnos -15.527 en el 2002 y 15.154 en el 2003- de los que obtiene, superadas las pruebas, algo más de 10.000 militares. En los cinco primeros ciclos del 2004 ingresaron en las academias 2.683, 947, 883, 950 y 696 jóvenes, respectivamente. El número es mayor en el primer ciclo porque a comienzos de año son más los jóvenes que se plantean iniciar un nuevo camino y acuden a la milicia. El principal problema al que se enfrentan los responsables de Defensa es cómo atajar el gran número de bajas, causadas por soldados que al terminar sus contratos no quieren renovar y se van. El Ministerio no facilitó datos sobre las bajas en el 2004, pero prevé que su número sea similar al de años anteriores: en el 2003 fueron 10.385 y en el 2002 sumaron 11.004.

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