| Análisis | Seis años del Plan del Carbón |
Una bocanada más de aire
La huida de población de las cuencas parece un fenómeno irreversible: en la última década 15.000 personas las han abandonado, el 8% de los habitantes que tenían a principios de los 90
Dos mineros saliendo de un pozo de Fabero, pocos días antes de su cierre
El Plan 1998-2005 de la Minería del Carbón y desarrollo alternativo de las Comarcas Mineras se firmó en julio de 1997. Las expectativas creadas pasaban por, ante la inevitabilidad de reducir las ayudas al sector, poder mantener una cuota de abastecimiento energético con carbón autóctono, estabilizar este mundo a largo plazo evitando incertidumbres en las empresas y los mineros, y tratar los posibles excedentes con medidas no traumáticas que lograsen mantener el poder adquisitivo de los mineros y de sus familias. Asimismo, se esperaba paliar la reducción del sector y las pérdidas de empleo con dinámicas compensatorias que favoreciesen el desarrollo alternativo de las comarcas mineras. La reindustrialización de las abandonadas zonas carboneras es la Ítaca particular de los trabajadores, preocupados por su futuro y el de sus hijos. Las negociaciones fueron duras y laboriosas, y las presiones constantes. Y se acordó la inversión de una cifra apabullante, más de medio billón de pesetas, 3.461,18 millones de euros para las cuencas leonesas, de los que sólo una quinta parte se destinan a la modernización del entorno, a la mejora de la calidad de vida y a la creación de infraestructuras propias del siglo XXI. Desde que se cerrasen las negociaciones del Plan, hace seis años, se han perdido en las minas de las comarcas carboneras leonesas 3.000 puestos de trabajo. Ha habido 4.131 prejubilaciones, 28 bajas incentivadas y sólo 1.201 nuevas contrataciones en las compañías mineras para compensar las plantillas. A esto que se añaden estimaciones realizadas hace ocho años: por cada puesto de trabajo en la mina había otros tres o cuatro que dependían indirectamente de él, en suministros o servicios en general. Aún no se sabe a ciencia cierta hasta qué punto esto se ajusta a la realidad de los pozos. Lo que sí es irrefutable es que en la última década han abandonado las cuencas 15.000 personas, el 8% de los 188.130 habitantes de principios de los 90. León produce el doble de mineral que Asturias, el 60% a través del grupo Vitorino Alonso, el mayor productor de carbón del país, con un tercio del mineral de todo el Estado. Mientras, Asturias recibe más del doble de ayuda que León y a los mineros leoneses sólo les queda suspirar por una bocanada más aire.