Pérdida de empleo sin traumas

Hasta ahora, los 4.131 prejubilados leoneses (trabajadores con 52 años de edad natural o bonificada y compensada por los baremos de insalubridad del puesto de trabajo), suponen para el Estado un coste de 1.384 millones de euros -poco más de una cuarta parte de los 5.718 del total nacional, con 13.869 prejubilados en todo el país-, mientras Asturias (donde sus 7.130 beneficiarios se van con el 100% de su salario, cuando en el resto de las cuencas se llevan el 78%) se lleva la mitad. Estas jubilaciones fueron la fórmula pactada para que la pérdida de empleo motivada por la reconversión no sea tan traumática, para que no haya otros tantos parados más en zonas tan localizadas y sin alternativas. Sin ellas hubieran sido despedidos.