El canal de La Mancha o Guadarrama fueron más fáciles

Afirmar que Pajares será el túnel más complicado que se construya en Europa no es descabellado. Cada obra tiene sus peculiaridades, pero, según los ingenieros, el canal de la Mancha, «fue más sencillo de lo que será la variante». El subsuelo era impermeable, la roca no problemática y se avanzaba a poca profundidad. También el túnel de Guadarrama, de 28 kilómetros, discurre por «granitos sanos», que carecen de los problemas de Pajares, calificado como un gran milhojas con base de hojaldre y láminas de crema pastelera y merengue superpuestas en capas. Al presionar para excavar ese terreno, el desafío es que el pastel resista sin desmoronarse el peso de un kilómetro de montaña encima. El interior de la Cordillera está formado por arcillas, areniscas, calizas y algunos materiales de poca solidez. A la hora de abrir, los ingenieros se sienten como quien hinca el puñal en un melón. Hasta tajarlo nadie sabe si la fruta saldrá buena, e. ingualmente, cuando se empieza a horadar un terreno siempre aparecen sorpresas. La montaña está radiografiada. Para elaborar el proyecto de la variante se usaron las técnicas más avanzadas en el campo de los reconocimientos geológicos y geotécnicos, con sondeos de hasta 1.000 metros, ensayos de deformación del macizo y de las tensiones. La documentación es precisa y cuantiosa, gracias a complejísimos sistemas informáticos de cálculo y la aplicación de novedosas técnicas para diagnosticar el comportamiento del subsuelo. En el laboratorio, ha funcionado. Sólo queda sobre el terreno.