Casi 27.000 subsaharianos intentan entrar en Melilla desde enero
Casi 27.000 inmigrantes subsaharianos intentaron entrar a Melilla por la doble valla metálica del perímetro fronterizo entre los meses de enero a mayo de este año. Todos ellos fueron rechazados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado destacadas en la zona, según informó ayer el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón. En los cinco primeros meses del año 26.804 sin papeles pretendieron saltar la valla melillense. Esta cifra supera en 533 inmigrantes a la registrada el año pasado, cuando el 2003 intentaron entrar a la ciudad autónoma sin conseguirlo 26.271 inmigrantes, lo que indica el notable incremento de la presión fronteriza que se está registrando en Melilla en apenas cinco meses. Enero fue el mes en el que se contabilizó un mayor número de rechazados en la frontera -6.146-, y febrero el que menos -4.236-. Pese a esta situación, el delegado asegura que la frontera «está bajo control» después de que 25 guardias civiles procedentes del Grupo Rural del instituto armado de Sevilla se trasladasen a Melilla para reforzar la vigilancia fronteriza tras la avalancha registrada hace dos semanas protagonizada por cerca de 400 subsaharianos que pretendían entrar a la ciudad española. Todos estos inmigrantes proceden del monte marroquí Gurugú, situado a seis kilómetros de Melilla, donde sobreviven a duras penas a la espera de poder entrar en la ciudad autónoma saltando los tres metros de valla metálica fronteriza ayudados por escaleras de madera elaboradas por ellos mismos. La Guardia Civil calcula que hay entre 600 y 800 subsaharianos en este monte. El delegado del Gobierno asegura que los intentos de entrada de estos subsaharianos son permanentes y se repiten desde hace más de ocho años. Esta presión fronteriza se debe, según el delegado, «a la desesperación de estas personas ante la situación que atraviesan en sus países y por las condiciones de vida en el Gurugú». Fin del chabolismo El delegado del Gobierno también anunció su intención de «normalizar la vida de los inmigrantes en Melilla» y para ello eliminará en menos de tres semanas las chabolas de cartón y plástico situadas alrededor del Centro de Estancia Temporal (Ceti) en las que viven 303 inmigrantes, la mayoría argelinos y subsaharianos además de asiáticos. Fernández Chacón aseguró que se intentará evitar la presencia de chabolas en un futuro y que se trasladará a 74 inmigrantes, con la debida documentación, a centros de acogida de la Península.