Fraga 2005, caiga quien caiga

No es oficial, ni lo será hasta el 23 de octubre, último día del Congreso del PP gallego, pero en lo que a don Manuel se refiere, está firmemente decidido: será candidato por quinta vez consecutiva desde el 89. Todas las maquinarias políticas propias y ajenas, próximas y lejanas trabajan con esa hipótesis pero aquí hay un dato nuevo y determinante: Diario de León está en condiciones de confirmar que en los últimos días de julio, don Manuel le confió, por lo menos a una persona de toda solvencia y probablemente a más de una, que había tomado ya esa decisión. Lo que falta hasta 23 de octubre, por tanto, es sólo la escenificación de una toma de decisión consensuada: encuentro con Mariano Rajoy dentro de unos días en Perbes, estudio de encuestas, remodelación de la Xunta con el nombramiento de dos vicepresidentes, uno de cada familia sociológica -Núñez Feijoo por los «birretes» que diría Baltar y Barreiro por los de la «boina»-, Congreso Nacional del PP confirmando a Mariano Rajoy y con aclamación de Fraga, al fin y al cabo fundador del partido no siempre bien considerado por Madrid -por el Madrid de Aznar, digamos- y Congreso gallego con la proclamación de su candidatura. El premio gordo de la lotería fraguista está rifado y le ha tocado a el mismo una vez más. Y en esta ocasión, curiosamente, ha sido el primero en enterarse. No como en las elecciones del 97 cuando tres años antes, Abel Caballero nos adelantó privadamente su candidatura contra Fraga y le rebatimos que estaba equivocado porque Fraga había anunciado que no seria candidato y, además, Cuina ya entrenaba. «Será Fraga el candidato sin duda alguna -nos anunció Caballero- y no finge ni miente cuando dice que el candidato será otra persona; sencillamente es que todavía no sabe lo suyo». Se cumplió el pronóstico entonces. Esta vez es distinto porque Fraga si lo sabe, a diferencia de su entorno que sólo lo supone. Es una decisión que estaba en su mano y la ha tomado en solitario desafiando a los que tenían otra idea y sobre todo otro candidato en la cabeza. Otra idea es, por ejemplo, insistir en que por edad Fraga no puede volver a presentarse, argumento frágil porque en política nadie fija edad de jubilación, salvo las urnas o la salud. Más consistente, si acaso, es la opinión de algunos alcaldes del PP algo incómodos» porque ya salimos a buscar votos en el 2001 diciendo que era como un homenaje a don Manuel porque era la última vez que se presentaba y, ahora, ¿qué decimos?». Con el premio gordo adjudicado quedan los segundos, los vicepresidentes que parecen también identificados y la secretaría general del partido para la que circuló el nombre de Juan Miguel Diz Guedes pero parece que se confirma Palmou. Los interrogantes ¿Que hará Fraga con Diz? Es un interrogante importante, porque prescindir del actual Conselleiro de Agricultura, uno de los pocos políticos de raza del gabinete, sería considerado como un error por cualquiera que entienda algo de este complicado negocio. Un alto ejecutivo bancario gallego comenta a Diario de León que «Diz Guedes no es para el cartel electoral, pero de todos los que habló del PP gallego es el que tiene mayor capacidad de análisis estratégico. Es un activo para Fraga». Y después quedan las pedreas de alto stánding, como la lista de conselleiros, -los actuales se han pasado agosto con el oído puesto en el móvil por si les llamaban de Perbes para anunciarles su futuro- y los nombres propios, los barones del partido. El primero en importancia Baltar, el virrey de Ourense, campeón de la extracción de voto rural y garantía para cualquier candidato, de hecho el único que no le falló a Mariano Rajoy el 14-M, lo que son las cosas. Después Cuina de quien se asegura que suena todavía con volver pero no hace demasiado por ello hasta el punto de que hay quien cree que debería asegurarse un acta de diputado o se quedará fuera. Fraga, vital para Rajoy De cómo han cambiado las cosas en España desde el 14 de Marzo da cuenta lo siguiente: «Lo que pase en Galicia ya dependerá más de Mariano Rajoy que de Fraga», se escribió cuando se le suponía presidente de forma imparable. Ahora empieza a escribirse lo contrario: en cierto modo la permanencia de Mariano Rajoy al frente del PP dependerá de lo que pase en Galicia porque una derrota en el 2005 podría desestabilizarlo. Fíjense en el articulo Rajoy a la gallega del director de Expansión , el diario mas leído por los dirigentes de la economía española: «Donde realmente Rajoy va a jugarse su liderazgo es octubre -pero no éste, el del Congreso del PP que sin duda ganará-sino en el del 2005, cuando se celebren las elecciones gallegas». Abel Caballero, ex ministro de Transportes lo interpreta, a preguntas de Diario de León , de forma coincidente: «La derecha española es muy dura. Si el escenario que se le dibuja a Rajoy, aún consolidado en su Congreso, llega a ser el de quedarse a diez puntos de Zapatero en las encuestas, esa derecha no tendrá empacho en remover al candidato popular, sobre todo si, además, se pierden las gallegas». Fraga 2005, por tanto, porque sí y porque cualquiera abre el melón sucesorio. Ni el PP de Galicia, ni el de España se pueden permitir un proceso de elección de candidato para la Xunta que perjudique las expectativas. Más que nunca el PP, no sólo el gallego, necesita ganar. No es exagerado decir que después de 1989 cuando Fraga ganó por primera vez, estas son las elecciones gallegas más importantes a las que Fraga concurrirá. Caiga quien caiga.