ETA hace estallar dos artefactos de escasa potencia en Sanxenxo y Baiona

ETA extendió ayer su campaña terrorista de verano al litoral gallego con la explosión de dos bombas de escasa potencia en las localidades turísticas pontevedresas de Sanxenxo y Baiona, muy próximas a Vigo, que ocasionaron heridas leves a cinco personas. Los artefactos colocados en las Rías Bajas elevan a siete las bombas que la banda terrorista ha hecho estallar en localidades costeras del norte de España en los últimos 15 días, tras una primera tanda de cinco explosiones en otras tantas poblaciones de Asturias y Cantabria entre el 7 y el 15 de agosto. La única de las bombas que hasta ayer había causado daños personales fue la que estalló la tarde del 12 de agosto, en las proximidades de la playa de San Lorenzo de Gijón, que ocasionó heridas mínimas a un anciano de 78 años. En contenedores de vidrio La primera explosión se produjo, a las 13.00 horas, en las inmediaciones del Real Club Náutico de Sanxenxo. Un pequeño artefacto estalló en el interior de un contenedor de vidrio para reciclaje y causó heridas leves a cuatro personas, dos españoles y dos portugueses, según confirmó el alcalde, Telmo Martín. Los heridos, con leves cortes por el impacto de objetos o por efecto de la onda expansiva, fueron atendidos en el mismo puerto y alguno de ellos trasladado a un centro de salud, donde recibieron el alta minutos después. La zona de la explosión estaba llena de turistas, pero las fuerzas de seguridad lograron desalojar y acordonar el club náutico y las playas y edificios próximos a tiempo, después de saber que a las 12.20 horas, 40 minutos antes, un comunicante anónimo, en nombre de ETA, había avisado al diario guipuzcoano Gara y al Faro de Vigo del lugar y la hora de la explosión. Sanxenxo es el pueblo en que suele pasar parte de sus vacaciones el líder del PP, Mariano Rajoy, que hace dos días había estado en el club náutico donde explotó la bomba. El segundo artefacto, también comunicado a los periódicos por el mismo terrorista, estalló cinco minutos después, a las 13.05 horas, en el puerto deportivo en construcción de Baiona. La bomba también estaba colocada en el fondo de un contenedor de vidrio. Las fuerzas de seguridad lograron desalojar en pocos minutos el puerto deportivo, las playas y el paseo marítimo de Baiona y la onda expansiva sólo causó lesiones leves a un guardia civil, según informó un portavoz del Ministerio del Interior. Las explosiones no lograron romper la normalidad estival en las Rías Bajas, ya que mientras los artificieros de las fuerzas de seguridad analizaban la zona afectada y buscaban pistas para su investigación, los ciudadanos volvían a bañarse en las playas próximas o reanudaban sus paseos. Los artefactos son muy similares a los cinco anteriores, posiblemente compuestos de amonal -explosivo casero-, y con una potencia en apariencia inferior (200 ó 300 gramos). Campaña en el litoral gallego Las fuerzas de seguridad mantienen todas las líneas de trabajo abiertas, pero no descartan que las bombas de ayer las haya colocado el mismo comando terrorista que sembró en la primera quincena de agosto de artefactos el litoral cantábrico, posiblemente compuesto por etarras legales que se desplazan desde el País Vasco para cometer los atentados. De ser así, los investigadores no descartan que el comando haya podido colocar una nueva serie de bombas en el litoral gallego durante la pasada semana -entre ellas las que estallaron ayer- y que pretenda ejecutar una estrategia similar en lo que queda de mes.