¿Son necesarios nuevos tratamientos?

La aparición hace algunos años de una terapia antirretroviral combinada (Haart) hizo concebir esperanzas sobre la posibilidad de detener el sida. Aunque el efecto del Haart es «casi milagroso», su uso presenta serias limitaciones a largo plazo. Es un tratamiento caro al que sólo tienen acceso un número reducido de infectados. En algunos países, nueve de cada diez personas que lo necesitan no pueden conseguirlo. Además, es necesario asegurar que los pacientes siguen un complejo régimen de antirretrovirales durante toda su vida, ya que éstos no ofrecen una curación permanente. La interrupción de dicho tratamiento daría la oportunidad al virus de desarrollar farmacorresistencia. Por último, el Haart es una terapia con serios efectos colaterales, como resistencia a la insulina, neuropatía periférica o toxicidad hepática entre otros.