Fraga: «Prepárense para aguantarme, por lo menos, hasta la próxima legislatura»

Casi año y medio antes de las elecciones autonómicas, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, anunció públicamente su candidatura para la reelección después de que el líder del PP, Mariano Rajoy, proclamara su respaldo incondicional al octogenario político. El primer partido de la oposición intenta así evitar la derrota electoral en su feudo emblemático donde sólo el presidente-fundador del PP tiene alguna posibilidad de obtener la mayoría absoluta necesaria para mantener el poder. «Prepárense para aguantarme, por lo menos, hasta la próxima legislatura», advirtió ayer Manuel Fraga tras anunciar que no adelantará las elecciones, se presentará a la reelección y no le sustituirá «un tapado» en pleno mandato si gana en el 2005. Así lo comunicó a los periodistas tras una reunión con los consejeros de Educación de las autonomías gobernadas por el PP. «Me encuentro en plena forma» dijo y explicó que intentará de nuevo ser presidente «para que el partido no se divida, para que siga adelante, y para que lo que ha pasado en Galicia, donde ha habido un antes y un después en carreteras, educación y hospitales, siga adelante». Será la quinta vez que el PP de Galicia proclame candidato a la Xunta «ó noso presidente» (como acostumbran a llamar a Manuel Fraga) después de que en convocatorias anteriores hubiera anunciado su retirada irremisible de la política. A pesar de que el político gallego es de la opinión -que compartía con José María Aznar- de que ocho años son suficientes para aplicar un proyecto político, no parece dispuesto a abandonar y pasar el testigo a otro dirigente de su partido. Ni un delfín De hecho, no existe en el PP de Galicia un proceso sucesorio abierto ni un delfín con el gancho electoral suficiente como para garantizar el éxito que permita a los populares seguir en la Xunta, donde gobiernan, ininterrumpidamente, desde hace quince años. «Con Fraga de candidato podemos perder pero de lo que no hay duda es de que si presentamos a otro seguro que perdemos», comentó un dirigente popular de Galicia para explicar la decisión. De hecho, en las últimas elecciones autonómicas de 2001, el PP disponía de unas encuestas muy negativas que vaticinaban una segura derrota. Ello les llevó a respaldar al fundador para que optara a un cuarto mandato y los gallegos volvieron a darle mayoría absoluta. La continuidad de Fraga, como él mismo ha reconocido, asegura también la unidad de un partido con serios problemas internos y sin otro líder reconocido. El PP de G. padeció una profunda crisis con motivo de las divisiones que afloraron en el seno del Ejecutivo autonómico tras el hundimiento del Prestige . La semana pasada, al término de una de sus visitas al chalet de Perbes donde descansaba el presidente gallego, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, preparó el camino para el anuncio del octogenario político y elogió sus actitudes y aptitudes para volver a competir por el poder en unos nuevos comicios Mientras los dirigentes del PP reiteraron su apoyo a su presidente Fundador como candidato a la Xunta de Galicia, el PSOE ironizaba sobre el significado de esta decisión para la modernización del partido de la oposición. El secretario de Organización de los socialistas, José Blanco, aprovechó la noticia para criticar a Mariano Rajoy, a quien acusó de «carecer de autonomía», un año después de haberse hecho cargo del liderazgo del PP. «No le dejan hacer la renovación», aseguró en la rueda de prensa que ofreció en Lugo y donde señaló que, «la savia nueva es la vuelta al pasado con Gallardón o con Fraga como candidato de la Xunta». Manuel Fraga no dejó pasar ayer la ocasión y conminó a sus correligionarios a «dar ejemplo como una familia unida», al tiempo que aprovechó para enviar un mensaje lleno de intención a la audiencia, entre la que se encontraba Cuiña. «Quiero destacar esto especialmente en Pontevedra», les dijo en referencia a las distintas sensibilidades que conviven en la organización provincial a la que pertenece Rajoy.