Bono dice a la oposición que la tarea de las tropas en Afganistán es peligrosa «pero no van a la guerra»
?l ministro de Defensa, José Bono, recibió ayer en el Cuartel General del Ejército a los portavoces de los partidos políticos para explicarles los detalles de las operaciones que realizarán las tropas españolas enviadas a Afganistán y Haití y presentarles a la nueva cúpula militar. Sólo el representante del BNG, Francisco Rodríguez, expresó su rechazo a esas misiones en la reunión, a la que asistieron todos los partidos salvo los nacionalistas Esquerra Republicana, Eusko Akartasuna y Nafarroa Bai. El grueso de las explicaciones se centró en la misión de Afganistán. El miércoles partirán hacia la ciudad de Mazar-i-Shariff los primeros 500 soldados que velarán por la seguridad en la zona situada al norte de la cordillera del Hindu Kush durante las elecciones del 9 de octubre. El ministro relató a los portavoces que los militares españoles deberán hacer frente a múltiples obstáculos, sobre todo logísticos, por las características geográficas de la región -un área remota y de muy difícil acceso, cercana a la antigua república soviética de Uzbekistán- donde abundan las minas antipersona, que el Ejército Rojo sembró a miles antes de retirarse del país. José Bono reconoció que la misión «no es fácil» y «entraña riesgos» para los soldados. Recordó que Afganistán es «el país de los talibanes», donde hay «terroristas que matan por el sencillo hecho de que haya afganos que quieran ejercer su derecho al voto». «Pero no van a la guerra», apostilló. También destacó que allí se ocultan Bin Laden y sus lugartenientes, y operan numerosas mafias. En todo caso, precisó que se trata de una misión «humanitaria» y que los militares han recibido órdenes de hacer «uso mínimo de la fuerza». Bono hizo también hincapié en que todos los militares viajarán en «aviones convencionales de pasajeros, no en aviones que otros países utilizan sólo para carga».