La metralla no era asturiana

El análisis de los clavos y tornillos encontrados por la policía en la mina asturiana de la que salieron los explosivos reveló que no son similares a los restos de metralla recogidos en los lugares de la matanza. Un informe elaborado por la Policía Científica a instancias del juez Del Olmo puso de manifiesto que se trata de materiales distintos, dato que permitió descartar que quienes facilitaron la goma-2 -el grupo asturiano del ex minero Emilio Suárez Trashorras- proporcionasen también la metralla. El magistrado quería averiguar si Suárez Trashorras facilitó los clavos y los tornillos para saber si conocía que los terroristas pensaban utilizar los explosivos para perpetrar un atentado. Para aclarar este extremo, interrogó una vez más al ex minero el pasado 17 de junio a raíz de unas declaraciones de un menor, apodado el Gitanillo, que contó a la Guardia Civil que Trashorras había indicado a los marroquíes que no olvidaran «las puntas y los tornillos». No obstante, fuentes jurídicas indicaron de que existe la posibilidad de que se refiriese a los detonadores, llamados puntas en el argot minero. El Gitanillo explicó al juez cómo se llevó a cabo el traslado de la goma 2 a Madrid, en autobuses de línea regular.