| Entrevista | María Nieves Andrés |
«Quiero ser optimista y útil, pero llevo diez años buscando trabajo»
«He sido azafata de tierra de Iberia y hablo idiomas, volví a León, pero hasta el momento sólo me han ofrecido trabajos como agente comercial a comisión, sin horarios ni condiciones, para h
Emigrante e hija de emigrantes, como tantos españoles de las décadas de los sesenta y sententa, María Nieves Andrés retornó a León hace diez años, donde se casó, y ahora busca un empleo «para ser útil». Encontrarlo, sin embargo, emplieza a ser el trabajo más arduo de su vida. -¿Es tan difícil? -Mis padres eran emigrantes y yo también estudié y trabajé en Holanda. Fui azafata de tierra en Iberia y volví a León cuando se terminó el contrato y aquí me quedé sin salidas laborales. Hombre, el aeropuerto de aquí no da para ese tipo de empleos, porque es pequeñito, pero sé idiomas y podría trabajar como interpreteo en cualquier cosa. En Holanda también hice psicología y trabajé otros diez años en un hospital, pero aquello es totalmente distinto a lo que me he encontrado aquí en España. -¿Cuántas ofertas de trabajo ha tenido a la vuelta? -Ninguna que se pueda considerar tal. Solamente he tenido alguna oferta en el tema de hacer seguros y poco más. ¿Expectativas de futuro? Soy optimista, porque me gusta trabajar, servir y ser útil en algo. Personalmente no me considero una mujer que quiera volver a trabajar sólo porque ha acabado de criar a sus hijos. Mi perfil, más bien, es de una persona que intenta ser algo útil en cualquier circunstancia y sentirse bien consigo misma. Me da igual el trabajo que sea. Y no soy yo sola. Tengo también amigas en una situación parecida que acaban de regresar del extranjero y están igual que yo: buscando algo para el día de mañana, ser útil y no una carga para nadie. -¿Aceptaría cualquier tipo de trabajo? -De aquellos en los que he trabajado antes, seguro. Y de muchos otros también, pero no los encuentro. ¿Preferencias? Podría trabajar sin problemas en centros de geriatría, en el cuidado de niños, idiomas, cualquier cosa de aeropuertos o como guía turística, por ejemplo. -¿Le ha decepcionado el regreso a España? -Yo lo que he notado es que en otros países se da prefenrencia a la mujer para trabajos a tiempo parcial que puede compatibilizar con la convivencia en familia, mientras que aquí tienes que ir a jornada completa y, encima, dividida entre mañana y tarde. Una de las cosas que me sorprendió a la vuelta fue un trabajo de jornada partida en el que llegué hacer casi doce horas diarias. Se me olvidaba decir que también he estado recogiendo patatas viajando en coche propio por 500 euros al mes, que, encima, me pagaban con subvenciones de la Unión Europea. Cómo se consienta eso todavía no lo sé. -¿Es más fácil que contraten a un inmigrante que a un ex emigrante en paro? -Esa es una cuestión de la que se prefiere hablar poco. ¿Si los nuevos inmigrantes salen más baratos? Supongo que sí y, de hecho, de nosotros casi no se habla, aunque algún día tendrán que hablar. De todas formas, cuando estamos en paro todos somos inmigrantes y no hay diferencias.