El móvil se ha convertido en algo imprescindible para los niños. Así lo atestiguan las cifras que barajan las tiendas especializadas en este tipo de telefonía y que reflejan que el 70% de los celulares que se venden en las tiendas de León están destinados a pequeños de entre 10 y 15 años. Las ventas se incrementan, sobre todo, en la etapa estival, «ya que los padres quieren tener a sus hijos localizados las 24 horas del día», explican. Si la estadística no engaña, eso significa que uno de cada tres niños leoneses de 10 años tiene teléfono propio. A medida que van creciendo en edad, el número de móviles aumenta. Así, el 50% de los escolares de 12 años disponen de un celular y el 70% de los de 13. Según las empresas dedicadas a este sector, existen diferencias de sexo, ya que lo utilizan más los niños que las niñas. Sin embargo, en cuanto al hábitat las diferencias son casi inapreciables. Lo usan tanto en el medio urbano como en el rural. Los hijos de padres divorciados o viudos, o los hijos únicos, son potenciales adictos . El 48,5% de estos niños poseen teléfono móvil porque para los padres es un modo de tenerlos controladas en todo momento, según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística. La media de pequeños con móvil propio en España se sitúa en el 35,71% en la franja de edad de 10 a 15 años. La comunidad autónoma con más niños conectados es el Principado de Asturias, con un 43,11%, y la que menos, el País Vasco, con un 25,6%. Los escolares castellanos y leoneses se encuentran también por encima de la media nacional, con un 36,12%, según datos del Instituto. El teléfono lo pagan los padres La modalidad de pago que más utilizan son las tarjetas de prepago, con una media de diez euros de gasto al mes que están cubiertos por los padres en la mayoría de los casos, bien porque los progenitores se encargan de recargar los móviles o porque asignan una propina específica. Una dependienta de Moviestar matiza que, «con la nueva oferta de la portabilidad, los padres prefieren los móviles de contrato, ya que les sale más barato y consiguen teléfonos mejores». Y es que los más pequeños no se conforman con cualquier cosa. Quieren los teléfonos de última generación, con cámara, video, juegos y todas las prestaciones que ahora mismo ofrecen las empresas de telefonía. El uso más frecuente que realizan es, no obstante, para enviar mensajes de texto, y ahora con imágenes y sonido. «Los niños gastan el 82% de su saldo en enviar mensajes y de este modo permanecer en contacto con sus amigos», indican los empresarios. Otro de los principales usos que comparten los pequeños es el de «dar toques», que consiste en llamar y dejar sonar una vez sin que el receptor de la llamada descuelgue el teléfono. De este modo, «no pagan el establecimiento de llamada y saludan así a sus amigos o les recuerdan algo en lo que habían quedado previamente», comentó un padre. El 51% de los niños también emplean diariamente el teléfono para jugar, incluso se descargan juegos mediante mensajes, llamadas o Internet.