Gersul debe decidir si consume un tercio de la vida de la nueva planta con los fardos de basura

El consorcio Gestión de Residuos Sólidos Urbanos de León (Gersul) deberá ahora decidir si traslada al nuevo centro de tratamiento las 300.000 toneladas de basura que ha acumulado durante tres años en fardos y se almacena en Trobajo del Cerecedo, Ferral del Bernesga y Santa María del Páramo. Esta opción supondría consumir con residuos en su mayor parte procesables un tercio de la vida útil de la balsa de la planta a la que irán a parar los materiales que no se pueden eliminar una vez que se hayan reciclado los elementos reutilizables y la materia orgánica se haya transformado en compost para abonos. La alternativa es incinerar los fardos o pagar por su traslado fuera de la provincia, una opción que resulta cara. El presidente de la Diputación, Javier García-Prieto, se muestra partidario de verter los fardos en el nuevo centro de tratamiento y cuando sea necesario construir una nueva balsa. La representante del Ayuntamiento de León en Gersul y edil de Medio Ambiente, Humildad Rodríguez, advierte no obstante que la decisión final no está tomada y debe salir del debate en el seno del consorcio. Rodríguez explicó que pese a la inauguración de ayer, el centro de tratamiento de residuos no funcionará a pleno rendimiento hasta principios del próximo año; hasta entonces irá aumentando su capacidad paulatinamente, al tiempo que desde las administraciones locales deberán hacer una fuerte labor de concienciación ciudadana para la selección domiciliaria de los residuos. «Esta provincia ha vivido problemas medioambientales gravísimos, rayando el delito, pero hay que concienciarse de que esta planta, por sí sola, no soluciona el problema», advirtió.