Crónica: ¿Quién llamó al móvil de Martínez Pujalte?
La inesperada decisión del Grupo Popular de pedir sobre la marcha y al margen del orden del día la comparecencia de Zapatero no fue tomada por ninguno de los diputados populares que ayer asistieron a la reunión. Una misteriosa llamada ordenó a los parlamentarios que respondieran con la petición de interrogatorio del presidente a la insistente negativa del resto de los grupos a aceptar los testimonios pedidos por el PP. Iban casi tres horas de reunión y se acercaba la una de la tarde. La discusión sobre los comparecientes había sido la más caldeada, pero hacía un buen rato que había terminado. Fue entonces cuando un teléfono sonó en la sala. El diputado del PP Vicente Martínez-Pujalte descolgó el aparato. De inmediato, levantó el dedo para pedir la palabra e interrumpió la sesión. No dijo nada y continuó al aparato. Durante los 40 segundos que duró la llamada sólo escuchó y asintió mientras los demás diputados miraban atónitos. «Estábamos allí como vacas viendo pasar el tren», resumió con sorna el diputado del PNV Emilio Olabarría después de la reunión. Cuando colgó, el portavoz del PP dio la noticia: «ya sé que no figuraba entre las peticiones del día, pero queremos solicitar la comparecencia del señor Rodríguez Zapatero». Esas fueron sus palabras, según los diputados allí presentes. La reunión se convirtió en un hervidero hasta que el presidente de la comisión, Paulino Rivero, puso orden y recordó que para debatir una propuesta que no figuraba en el orden del día tenía que haber consenso entre todos los grupos. El PSOE se negó en redondo a votar la propuesta de última hora. A la salida de la reunión, llegaron las quinielas. Según los más, el interlocutor de Martínez Pujalte era Zaplana. Otros apostaron por Mariano Rajoy. No faltaron los que especularon con Ángel Acebes o, incluso, el mismísimo José María Aznar. Martínez Pujalte no quiso aclarar este nuevo enigma del 11-M.