El líder republicano se reúne con Zapatero para que éste concentre sus «buenas palabras» en hechos
Carod advierte que Cataluña debe ser «prioritaria» en los presupuestos
El presidente del Gobierno rechaza la inclusión de la autodeterminación en el nuevo Estatut
Josep Lluís Carod-Rovira instó ayer al presidente del Gobierno a concretar sus «buenas palabras» en más recursos económicos, competencias y una mayor sensibilidad hacia la pluralidad lingüística de Cataluña. El presidente de ERC, que se presentó en La Moncloa con una larga lista de peticiones y a cambio se mostró favorable a apoyar el primer año de mandato del PSOE, advirtió a José Luis Rodríguez Zapatero que la Generalitat no seguirá aportando «su cuota de solidaridad» al Estado si éste no invierte más en las infraestructuras de Cataluña. Fue la reunión más larga que el jefe del Ejecutivo ha mantenido hasta ahora en la ronda de entrevistas con los líderes de los partidos con representación parlamentaria. Casi tres horas -más del doble de tiempo que con Mariano Rajoy- que Carod-Rovira empleó para intentar convencer a Rodríguez Zapatero de que los Presupuestos Generales del Estado deben considerar a Cataluña «prioritaria» en el capítulo de gastos. El presidente del Gobierno solicitó a ERC que respalde los Presupuestos Generales del Estado para 2005. A falta de conocer en detalle las inversiones en Cataluña, el socio de Pasqual Maragall no comprometió su apoyo, aunque sí mostró su disposición a colaborar con el Gobierno en el primer año de legislatura con un Ejecutivo que, según dijo, al menos no le «criminaliza». Celebró que con los socialistas haya llegado «la España amable», pero subrayó que «los mejores gestos son los hechos» y que «ya no nos conformamos con buenas palabras». Prueba de ello fue la advertencia que acompañó una de sus principales demandas: «Cataluña no podrá continuar siendo este motor de progreso ni aportando su cuota de solidaridad si no hay una mejora de sus infraestructuras». Carod-Rovira propuso ayudar a las pequeñas y medianas empresas y reconocer «la pluralidad nacional, cultural y lingüística» de España. Además le trasladó su perplejidad por la «ridícula» petición para que el valenciano sea una lengua oficial en la UE. Rodríguez Zapatero rechazó que el texto recoja el derecho de autodeterminación, aunque se mostró favorable a que la modificación sirva para una mejor prestación de servicios a los ciudadanos. En este aspecto, Carod dijo ser consciente de que es difícil «cambiar de un plumazo la política alérgica a la pluralidad nacional» , pero advirtió que si esto no ocurre «el independentismo catalán irá creciendo». «Estamos fatigados del discurso del catalán prudente», recalcó. Los dos dirigentes constataron tener opiniones contrarias sobre la Constitución europea, que ERC critica y el Gobierno ensalza, pero sobre todo ante la reforma del Estatuto catalán. La lucha antiterrorista no estuvo en la agenda. Aunque las dos partes aseguraron que el encuentro fue «cordial».