El PSOE pide a Aznar que se disculpe ante los ciudadanos por su gestión del 11-M
El PSOE exigió a José María Aznar que pida «disculpas a los ciudadanos» por las «deficiencias» de su gestión tras los atentados del 11 de marzo en vez de ir, en palabras del diputado Álvaro Cuesta, «ladrando su resentimiento por las esquinas de España y donde le pongan una tribuna». Los portavoces socialistas en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, y en la comisión de investigación reprocharon al ex presidente que actúe movido por «la ira». Rubalcaba señaló que las últimas declaraciones de Aznar sobre los atentados son «impropias» de un demócrata ya que pretende «deslegitimar un resultado electoral» al achacar el triunfo socialista del 14 de marzo a una presunta manipulación de la masacre. El jefe del Ejecutivo «mira atrás con ira y rencor» en un intento de «reescribir la historia» y que la ciudadanía se olvide de «quien presidía el Gobierno entre el 11 y el 14 de marzo». Cuesta instó a Aznar a efectuar «una autocrítica y una disculpa pública por sus deficiencias, sus errores y sus decisiones» en la gestión de la crisis del 11-M, pero en vez de dar ese paso sigue «instalado en la mentira, la intolerancia y la falta de sentido de Estado». El problema El portavoz socialista en la comisión señaló que el problema del ex presidente del Gobierno es que «no acaba de reconocer la legitimidad democrática» de los resultados del 14 de marzo porque considera que fueron el resultado de una manipulación de quienes utilizaron los atentados para «alcanzar el poder». Según Cuesta, los populares viven inmersos «en un delirio» que les ha llevado a diseñar «la quinta hipótesis» sobre los autores del 11-M y «la octava conspiración» entre diferentes grupos terroristas en la que mezclan terroristas islámicos, ETA y los servicios secretos marroquíes. El líder de IU también censuró que el PP prefiera «avalar supuestas teorías conspirativas» para justificar su actitud el 11-M y, de paso, «deslegitimar la voluntad de los españoles» expresada en las urnas el 14 de marzo. Gaspar Llamazares consideró que en el principal partido de la oposición «han triunfado las posiciones más radicales y ortodoxas de los escuderos» del ex presidente del Gobierno.