El PP no dejará solo a Aznar en su declaración y sigue en la comisión

La aprobación de la comparecencia de José María Aznar ante la comisión de investigación ha sembrado la confusión en el PP, que ayer emitió mensajes contradictorios. Aunque el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, no descartó que su partido se retire de la comisión finalmente continuará en ella. El comisionado popular Vicente Martínez Pujalte desmintió a su superior al asegurar que «nunca nos planteamos abandonar nada». El plantón a la comisión dejaría además a Aznar sin ningún aliado durante su comparecencia y a los pies de la mayoría que apoya al Gobierno. Pasado el estupor, pero no el enfado, por el rechazo a todas sus peticiones de comparecencia, los populares pretenden ahora forzar la declaración de Zapatero para equilibrar la balanza. La excusa serán los contactos que el ahora presidente mantuvo entre el 11 y el 14 de marzo con varios medios de comunicación. Recurso de amparo El PP ha interpuesto un recurso de amparo ante el presidente del Congreso por el rechazo de todas su peticiones. Tras el más que seguro rechazo de este recurso, dado que la decisión se adoptó por mayoría, al PP sólo le quedará reclamar por escrito, y no de viva voz como hizo Pujalte por orden de Zaplana, la comparecencia de Zapatero. Los populares están dispuestos a renunciar a todas sus demás reclamaciones, incluida la citación de los confidentes, con tal de que Zapatero declare. En caso de que la mayoría vuelva a bloquear su petición, el PP iniciará un acoso parlamentario al presidente del Gobierno en las sesiones de control, en las que le asaeteará con preguntas sobre su actuación entre el 11 y el 14 de marzo. Mientras, el PP prepara la estrategia de la comparecencia de Aznar. Aunque Rajoy no la apoyaba, fue el propio ex presidente quien reclamó a su grupo que la forzara apoyando la petición de las minorías. El voto a favor del PP obligó al PSOE, que tampoco la quería, a respaldarla para no quedar como el único grupo que la rechazaba. El resultado de esa sesión provocó todavía ayer un duro rifirrafe. El popular Martínez Pujalte calificó al portavoz del PSOE Pérez Rubalcaba como «la persona más cínica del mundo» por haber dado «órdenes expresas para impedir que se oigan los testimonios que pide el PP». Por el contrario, el socialista Álvaro Cuesta exigió a Aznar que pida «disculpas a los ciudadanos» en lugar de ir, «ladrando su resentimiento por las esquinas de España y donde le pongan una tribuna». Pérez Rubalcaba señaló por su parte que las últimas declaraciones de Aznar sobre los atentados del 11-M son «impropias» de un demócrata ya que pretende «deslegitimar un resultado electoral»