El Ejecutivo niega que exista un problema de convivencia territorial

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, negó ayer que en España haya un problema de convivencia entre territorios. Cree que el modelo autonómico que nació de la Constitución está «asentado», aunque «todo el mundo», incluidos los presidentes de las comunidades gobernadas por el PP, coincide en que necesita «algunos ajustes». En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, María Teresa Fernández de la Vega recalcó que el Ejecutivo socialista se ha comprometido a reformar la Constitución y los estatutos de autonomía por entender que estos cambios pueden beneficiar el funcionamiento del Estado y la prestación de los servicios que reciben los ciudadanos en sus respectivos territorios. Por otro lado, la vicepresidenta primera del Gobierno subrayó que el Ejecutivo tiene un modelo territorial claro, de una España «unida, plural y diversa», e hizo un llamamiento para abrir un debate «respetuoso» en el que los participantes apuesten por avanzar en la colaboración entre todas las comunidades autónomas. Después de que el pasado miércoles el secretatio de ERC, Josep Lluis Carod-Rovira, trasladara al presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero su disgusto por la decisión del Gobierno de promover el valenciano en la Unión Europea al mismo nivel que el catalán, el Ejecutivo rechazó «entrar a dirimir estas disputas». Por otro lado, aseguró que entiende la autodeterminación como «un derecho democrático», igual que también son derechos democráticos la libertad de reunión o de expresión. No obstante, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, buscará fórmulas de consenso entre los dos gobiernos autonómicos afectados «para potenciar la diversidad lingüística respetando todas las sensibilidades».