El tripartito catalán propone que las comunidades supriman las provincias

La Entesa Catalana del Progrés, que aglutina en un mismo grupo parlamentario del Senado al tripartito de la Generalitat, propuso ayer al Gobierno que amplíe la reforma constitucional prevista a un quinto punto que permita a las comunidades autónomas que lo deseen suprimir sus provincias. Esta modificación, según el ministro Jordi Sevilla, no entra en los planes del Ejecutivo. Jaume Bosch i Mestres, senador de Iniciativa per Cataluña-Verds que ejerce de portavoz de la Entesa ante la comisión de Administraciones Públicas, pidió a Sevilla que no limite las reformas constitucionales a las cuatro anunciadas por el Gobierno: igualdad de la mujer en el orden de sucesión de la Corona, reforma del Senado, enumeración de las autonomías y mención a la Constitución europea. El tripartito cree necesaria también una modificación «moderada» del artículo 137 del título VIII de la Carta Magna, que establece que España se organiza «en municipios, en provincias y en las comunidades autónomas que se constituyan», para permitir a las autonomías que así lo quieran acordar una nueva organización territorial. Sostiene que las cuatro provincias catalanas no representan la estructura «real» de esa comunidad. Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona no son las únicas zonas en las que se debería dividir la autonomía porque, según Bosch i Mestres, «las tierras del Ebro, el Pirineo y la Cataluña central» también forman parte de su organización, que estaría compuesta por siete «vegueries» o comarcas. Para argumentar las bondades de una idea que hasta hoy el tripartito no había propuesto formalmente al Gobierno, el senador de IC-V utilizó el discurso pronunciado por el ministro en la propia comisión para destacar que Sevilla no se refirió siquiera a las provincias, sino que dividió la Administración en el Estado, las comunidades autónomas y los entes locales. Adelantándose a posibles críticas, aseguró que esta reforma no impondría a otras comunidades la supresión de las provincias, puesto las que quisieran podrían conservar esta organización, ni supondría que Cataluña tenga más diputados o senadores. Se trata -insistió- de reconocer lo que en su opinión es la base del Estado real. La propuesta no tuvo una acogida positiva por parte del Gobierno. El ministro de Administraciones Públicas recordó que la previsión del Ejecutivo no es la de abrir un período constituyente, sino hacer cuatro reformas acotadas. El Gobierno mostró ayer su descontento por la actitud de bloqueo que el pasado lunes mantuvieron las comunidades gobernadas por el Partido Popular en la reunión que debía sentar las reglas de la primera cumbre de presidentes autonómicos. Jordi Sevilla, ministro de Administraciones Públicas, afeó a la formación que lidera Mariano Rajoy que optara por sus intereses «partidistas» a costa de «frenar» el diálogo entre territorios. Sevilla, muy sorprendido todavía por la postura que mantuvieron los populares en la reunión del pasado lunes, advirtió a los opositores que se están convirtiendo en «el partido del no, que rechaza todo tipo de propuestas, avances, mejoras y reformas, y que está jugando con las instituciones para hacer política partidista». El ministro señaló que el Partido Popular demostró ser una formación instalada en la «bronca permanente», aunque sea a costa del diálogo y la cooperación entre territorios, un asunto que, en opinión de Sevilla, es lo suficientemente importante como para que los partidos actúen con responsabilidad y se pongan de acuerdo.