La comisión de reforma es partidaria de ampliar el Consejo de Seguridad

Uno los temas importantes de la 59 Asamblea General es el de la reforma de la ONU, que tiene como objeto preparar a la organización para los grandes desafíos del siglo XXI y fortalecer el sistema multilateral creado hace casi 60 años. La comisión encargada de diseñar dicha reforma es partidaria de ampliar el Consejo de Seguridad conforme a un criterio regional, pero sin valorar la entrada de más miembros permanentes. Los cambios en ese máximo órgano de decisión es uno de los asuntos más espinosos, donde varios países reclaman un puesto permanente. Entre los aspirantes a ese asiento figuran Brasil, Alemania, la India y especialmente Japón, que se ha convertido en el segundo mayor contribuyente de la organización. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que abrió ayer en nombre de Brasil -como es ya tradición- el debate anual, defendió la ampliación del Consejo de Seguridad, presentando implícitamente la candidatura de su país a un puesto permanente en el mismo. Acción legítima Lula destacó el papel del Consejo «como la única fuente de acción legítima en el campo de la paz y la seguridad internacional». Pero, sostuvo que se necesita una reforma que refleje la realidad de hoy, y «no perpetuar la situación posterior a la Segunda Guerra Mundial». «Cualquier reforma que se limite una nueva vestimenta para la actual estructura -sin aumentar el número de miembros permanentes- es con certeza, insuficiente», afirmó Lula. Hoy, los líderes de Brasil, Japón, India y el ministro de Exteriores de Alemania se reunirán para discutir su campaña por un puesto permanente. La reforma debe estar lista antes de que el organimo mundial celebre su sesenta aniversario el próximo año. El australiano Gareth Evans, que forma parte de la comisión de reforma, explicó a la prensa que el grupo está discutiendo una propuesta «que agregaría aproximadamente nueve miembros al Consejo de Seguridad». Los nuevos miembros estarían divididos en periodos de cuatro años renovables y de dos años, como actualmente, con la distribución de esos lugares a una serie revisada de agrupaciones regionales. El sistema estaría formulado de tal manera que sería posible para los principales aspirantes a una representación permanente en el Consejo de Seguridad tener un papel mucho más estable, dijo Evans.