Diario de León

El Procurador del Común, el Defensor del Pueblo y el Inspector de Educación corroboran la existencia de anomalías

La dejadez institucional arrincona la enseñanza musical de la capital leonesa

Los alumnos y profesores del Conservatorio sufren agravios con respecto a otros centros

DANIEL

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Guzmán González - león
León

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El olvido al que se ve sometida la enseñanza musical de León no es sino síntoma de la dejadez institucional en torno a la problemática a la que deben hacer frente. En sucesivas apreciaciones el Procurador del Común ha detectado la necesidad de abordar los variados frentes que hoy por hoy traban el desarrollo correcto de la gestión y organización del centro leonés. No obstante el Procurador no es el único organismo que se ha hecho eco de tal situación. Los informes elaborados por la Inspección de Educación entre los años 1997 y 2004 -el primero obra de Manuel Cabezas Esteban y el último de Rafael Tuñón- dejan patente la existencia de irregularidades, algunas de ellas repetidas a lo largo de los años. En orden a tal cuestión se pronunciaba Natividad Cordero, diputada de Cultura, asegurando no estar de acuerdo con la existencia de irregularidades, «Todas y cada una de las cuestiones se refieren a aspectos que año tras año se han ido limando -aseguraba Natividad-. Quien hable de irregularidades no está diciendo la verdad. Puntualmente hemos ido solventado todas las incidencias que se nos han ido transmitiendo». Sin embargo la apreciación de los informes y del Procurador no es la misma. Para muestra la última resolución del Procurador emitida a la Diputación, en ella «llama poderosamente la atención el tono empleado en el relato de los hechos contenidos en el informe evacuado por la Dirección del Conservatorio, cuya gestión se cuestiona», tal y como recoge la resolución emitida el 20 de septiembre. Del mismo modo insta a la Diputación a «dar respuesta efectiva a las necesidades detectadas por la Inspección de Educación acomodando su proceder a la legalidad vigente», así como a proceder «sin demora a ejecutar las obras de eliminación de barreras arquitectónicas -consignadas presupuestariamente- en cumplimiento con el mandato contenido en nuestra Constitución así como en la Ley 3/1998, de 24 de junio de Accesibilidad y Supresión de Barreras de Castilla y León». Hay que recordar que la Diputación ya trasladó a principios del 2003 al Procurador la concesión de una partida presupuestaria por valor aproximado de 63.300 euros para abordar las reformas pertinentes, detalladas con claridad en el informe remitido a la procuradoría. A día de hoy las obras brillan por su ausencia. La postergación de la adecuación de la infraestructura no consigue sino acrecentar las dificultades de los minusválidos para acceder a la educación musical. Inspecciones Rafael Tuñón, inspector de educación, da fe en su informe del 19 de febrero del 2004 de la existencia de deficiencias a nivel organizativo y de gestión en el centro. Del estudio llevado a cabo «se desprende la existencia de diferentes concepciones, algunas de ellas no ajustadas a la realidad, en cuanto a los conceptos de evaluación, calificación y promoción, contenidos y objetivos mínimos», recoge Rafael Tuñón en el informe. Del mismo modo asegura que el centro «debe asumir que aún existen diversos aspectos que deben ser mejorados, algunos de los cuales se han indicado anteriormente» -entre ellos hace referencia a la falta de coordinación y a la desunión existente en el Claustro de profesores-, en referencia a la repetición de los mismos «aspectos mejorables» en los informes efectuados en el año 1997 y en el 2003. «En este claustro no existe en absoluto división, así lo corroboran las actas», asegura Sáenz de Miera, director del centro. No obstante el Inspector aprecia también en su informe que las actas no se elaboran de un modo correcto. «Quien hable de irregularidades no está diciendo la verdad» NATIVIDAD CORDERO, Diputada de Cultura

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