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Fraga aplaza la solución de la crisis de los populares gallegos hasta después del congreso del partido

Publicado por
Magis Iglesias - madrid
León

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La crisis que atraviesa el PP de Galicia no se resolverá hasta la próxima semana porque Manuel Fraga, de común acuerdo con la dirección nacional del partido, ha decidido posponer el próximo encuentro con los diputados autonómicos que amenazan con la escisión hasta después del congreso que se celebrará este fin de semana. Se intenta así evitar que la rebelión de los parlamentarios gallegos interfiera en el cónclave 'popular' en el que será elegido presidente del partido Mariano Rajoy. Las negociaciones para la solución del conflicto siguen en manos del presidente de la Xunta pero la cúpula del partido está decidida a no permitir cesiones a los insurgentes y considera urgente cerrar la crisis cuanto antes, una vez superado el emblemático congreso de Rajoy. El objetivo de los dirigentes 'populares' es impedir que los díscolos diputados del PP de Galicia revienten la convocatoria congresual por lo que aplauden la decisión de Fraga -que tiene en sus manos la convocatoria de su próxima reunión con los representantes del sector crítico, el presidente provincial de Ourense, Xosé Luis Baltar y el ex conselleiro de Ordenación del Territorio, Xosé Cuiña- de aplazar la nueva cita hasta la próxima semana. «Hay que aguantar el órdago y resolverlo cuanto antes después del congreso», dice un miembro de la dirección nacional que considera la peor solución posible dejar la crisis sin cerrar hasta las elecciones autonómicas. «Lo peor sería aguantar con el conflicto durante un año porque la situación se iría pudriendo, debilitaría a Fraga y terminaría por reventar en vísperas de las elecciones», señalan las mismas fuentes. En consonancia con esta opinión, expresada por un destacado dirigente nacional y mayoritaria en la cúpula del partido, el presidente de la Xunta cuenta con todo el respaldo de la organización para llegar hasta el final y, por primera vez, rechazar tajantemente las reivindicaciones de los dirigentes rebeldes con los que ha buscado soluciones pactadas en anteriores ocasiones. Golpe de mesa «Nuestros votantes y la mayoría del partido en Galicia verían bien un golpe en la mesa del presidente para acabar de una vez por todas con las exigencias de una minoría», señala un colaborador de Mariano Rajoy. En la sede de la calle Génova (central del PP) fue muy bien recibida la decisión de Manuel Fraga de arrostrar, si fuera necesario, un adelanto anticipado del Parlamento gallego y la convocatoria de elecciones inmediatas. «En este caso se ha demostrado que más vale ponerse una vez rojo que ciento amarillo», apuntan desde la dirección nacional quienes confían en que el fundador del partido aguantará el envite de los críticos.