El confidente Zouhier exige acudir en persona ante la comisión

El confidente de la Guardia Civil Rafa Zouhier dirigió una carta a la comisión de investigación sobre el 11-M para reclamar su comparecencia física y no tener que responder por escrito a un cuestionario, una posibilidad que los comisionados barajan para escuchar el testimonio del colaborador de las fuerzas de Seguridad. «Me opongo rotundamente« a esa posibilidad, sostiene, porque »todo lo que tenía que decir por escrito ya lo he hecho en múltiples ocasiones a diversas instituciones, personas y medios de comunicación». Zouhier, en una sorprendente, por lo inusual, cuidada redacción, muestra su «extrañeza» por el «pertinaz interés» de evitar su comparecencia en la comisión, lo que le lleva «sospechar» que quienes se oponen a su citación tienen interés en «ocultar a la opinión pública la verdad de lo sucedido en aquellas fechas». El confidente denuncia que está sometido a un régimen penitenciario «inhumano» que pone «en grave riesgo» su «integridad física y moral». Desde hace seis meses, prosigue, «sólo se me permite salir una hora y media al patio y permanezco totalmente aislado con otro preso, que me vigila para que no me suicide, como única compañía». Sostiene también que está «medicado con sustancias que me inhiben mis facultades psíquicas». En definitiva, concluye, «un régimen carcelario más parecido al de Guantánamo» que al de un país que respeta los derechos humanos. Esas medidas, a su juicio, tiene como único objetivo «evitar que diga la verdad en un futuro juicio o ante esta comisión»