El fiscal pide que no se critique la actuación policial antes del 11-M

El fiscal general del Estado salió en auxilio de las fuerzas de Seguridad y reclamó que no se haga «ningún tipo de reproche» a su labor en la prevención de los atentados del 11-M. Cándido Conde-Pumpido minimizó los posibles errores cometidos por la Guardia Civil y la policía porque actuaron conforme a «las instrucciones» que recibieron del anterior Gobierno y lo hicieron «con la máxima eficacia». El máximo representante del ministerio público prefirió centrarse en el papel que desempeñan ahora las fuerzas de Seguridad en la investigación del 11-M y que a la luz de «la información tan detallada» que han obtenido sólo merece «buenas palabras». Conde-Pumpido dejó caer que cabe la posibilidad de que «en la época anterior al atentado», el Gobierno, la Policía y la Guardia Civil no prestaron «una atención suficientemente precisa» al terrorismo islámico. Señaló en este sentido que «la primera» preocupación de la Fiscalía General es, precisamente, el fenómeno del terrorismo del islamismo radical, sin olvidar «el terrorismo de ETA». Pero ayer, insistió, «el terrorismo islámico debe situarse en primer plano». Conde-Pumpido, en declaraciones a Onda Cero, no quiso culpar o responsabilizar de los atentados del 11-M a la presunta imprevisión de los anteriores gobernantes ya que «de alguna manera fallamos todos porque no supimos preverlo, no supimos reaccionar ni actuar». La mejor forma de impedir que se vuelvan a repetir ataques de esa magnitud, añadió, es «investigar qué pasó» ya que las pesquisas pueden llevar a la conclusión de que existían «una serie de indicios que a lo mejor con un mayor grado de alerta o atención hubiesen permitido reaccionar de manera más eficaz». Los confidentes pueden mentir En el ámbito parlamentario de la investigación sobre los atentados, los servicios jurídicos del Congreso determinaron que los confidentes de las fuerzas de Seguridad que el PP quiere que declaren tienen derecho a mentir, como imputados que son en una causa penal. En un informe, los letrados concluyeron que los confidentes tienen derecho a mentir para no incriminarse, a diferencia del resto de comparecientes.