Malestar en la policía por el reparto de medallas a la cúpula policial del 11-M

La concesión de las medallas por el ministro del Interior, José Antonio Alonso, a la cúpula que dirigía la policía cuando se produjo el 11-M, la misma que él cesó de manera fulminante, ha provocado el enfado de los sindicatos y de varios mandos que participaron en la atención de los heridos del 11-M. Las centrales sindicales de la Policía estudian incluso recurrir ante los tribunales los galardones por entender que pudiera haber habido malversación. La polémica ha llegado a los propios miembros de la Junta de Gobierno, algunos de los cuales se opusieron de manera pública a otorgar las medallas a la anterior dirección. Los ocho mandos de la policía recibieron la cruz al mérito policial con distintivo rojo, un galardón que lleva añadido una recompensa económica y que la ley reserva a los agentes heridos o que han corrido situaciones de alto riesgo en acto de servicio. El enfado de los sindicatos y mandos en la institución estriba en que muy pocos de los agentes que pusieron en riesgo sus vidas el 11-M han tenido reconocimientos y, sin embargo, buena parte de las medallas pensionadas ha recaído en mandos «de despacho». La Dirección General de la Policía ha concedido este año 107 medallas con distintivo rojo. Del total, 31 galardones han ido miembros de la Escala Superior (que tiene 440 miembros), lo que supone que el 7 por ciento de los mandos del Cuerpo Nacional de Policía tiene a partir de ahora una pensión. Por el contrario, a la Escala Ejecutiva, con 5.882 funcionarios, sólo han ido destinadas 51 medallas, es decir, sólo el 0,8 por ciento de los agentes tiene una ayuda económica. La situación es aún peor en los dos escalones más bajos, de donde proceden la mayoría de los efectivos que se jugaron la vida en las estaciones de ferrocarril afectadas por los atentados del 11-M. La Escala de Subinspección, en la que se encuadran 3.953 policías, ha recibido trece medallas con distintivo rojo, lo que supone que solamente el 0,3 de esa plantilla tendrá galardón. Para agentes heridos La cruz con distintivo rojo, uno de los más altos galardones de la institución, lleva aparejado un premio económico de por vida: los comisarios de la anterior Junta de Gobierno verán incrementada su nómina en un 10 por ciento del sueldo base y de sus trienios. La orden extraordinaria número 1.499 justifica la concesión de estas cruces porque la «actuación singular y extraordinaria» de aquellos mandos «ha prestigiado al Cuerpo Nacional de Policía». Empero, el artículo 6 de la Ley 5/1964 sobre la Orden del Mérito Policial fija las cuatro condiciones para acceder a «la roja»: agentes que hayan resultado heridos sin cometer «imprudencia, impericia o accidente»; los funcionarios que han participado «en tres o más servicios mediando agresión de armas»; policías que se hayan protagonizado actuaciones «abnegadas» con «peligro para su persona», o agentes que hayan tomado parte en acciones «extraordinarias en las que haya quedado patente un riesgo o peligro personal».