Un policía local apuñala a un alcalde y a su familia en Zaragoza

Un policía local, en baja laboral por tratamiento psiquiátrico, atacó ayer con un arma blanca al alcalde de la localidad zaragozana de Utebo, el socialista Pascual Abós, y a su mujer e hijas, causándoles heridas de diversa consideración de las que tuvieron que ser atendidos en el hospital. La agresión se produjo hacia las 15.45 horas en la vivienda que en el centro de Zaragoza posee el edil. El agente, Emilio N. A., de 44 años, se apostó a la entrada del piso del acalde, situado en la segunda planta del número 1 de la plaza Mariano Arregui de la capital aragonesa, y esperó a que alguien saliese para acceder al interior. Según informó la Delegación del Gobierno, fue la hija mayor del alcalde, Rosina, de 30 años, quien abrió la puerta. El agresor la atacó, produciéndole una herida en el costado que no llegó a afectar a ningún órgano vital. El policía local penetró entonces, armado con una navaja automática, en la vivienda, y se lanzó de forma indiscriminada contra el resto de la familia, el alcalde, su mujer, y su otra hija, Lucía, de 26 años, que se encontraban reunidos en el salón comedor. Los vecinos alertaron del suceso, y el agresor pudo ser reducido. Diversas heridas Como consecuencia de la reyerta, el munícipe, de 60 años, sufrió un corte en la muñeca de la mano izquierda que precisó de intervención quirúrgica en el Clínico de Zaragoza. Las dos mujeres sufrieron cortes leves en los brazos y manos, además de una fuerte crisis de ansiedad la esposa, por lo que también fueron trasladadas a un centro hospitalario. El agresor resultó asimismo herido de poca consideración en el forcejeo, lesiones de las que fue atendido en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde quedó detenido bajo custodia policial. Fuentes de la Policía Local de Utebo informaron de que este había sido sancionado y expedientado por presuntos delitos de amenazas e insultos tanto al alcalde como a alguno de los concejales. Incluso perdió un juicio por esta causa. Al parecer, Emilio N. A. más de dos años sin prestar servicio, a causa de las sanciones y por bajas. Ahora esperaba reincorporarse a su trabajo. Hacía tres años le había sido retirada el arma por el tratamiento psicológico al que estaba sometido. El policía llevaba años profiriendo continuas amenazas contra el alcalde, al que hacía responsable de su situación, además de a otros responsables del Consistorio de la localidad, situada a sólo 14 kilómetros de Zaragoza.